¿Recuerda su primer contacto con los botes?
Tengo que reconocer que de la vela latina había oído muy poco a pesar de que mis hermanos mayores eran tripulantes. Ellos fueron los que me animaron para que me acercase cuando tenía 17 años. Fui un día y me llevaron al túnel. Me gustó la experiencia y hasta la fecha. Pasé como tripulante por los botes Unión Pino, Perico, Unión Risco y Krüger hasta llegar al Pueblo Guanche.
¿Qué fue lo que más le marcó de sus comienzos?
Siempre me acuerdo y tengo un grato recuerdo de la figura de Alberto Berastegui, un presidente que tuvo el Unión Pino, que si en la actualidad estuviese al frente de cualquier club estaría en la gloria. Para mí fue un espejo cómo trataba y cuidaba al bote, al que nunca le faltó un detalle.
Y supongo que es lo que usted ha hecho con su bote.
Efectivamente, yo he intentado hacer siempre con el Pueblo Guanche lo que Alberto Berastegui hacía con el Pino, que siempre tuvo la idea de crear la embarcación de apoyo.
Tras pasar por varios botes, nace el proyecto Pueblo Guanche , ¿cómo se inicia el mismo?
La misma gente del Unión Pino quiso hace un nuevo casco y a la vez cambiar de nombre. Al principio se iba a llamar Unión del Pueblo Guanche, pero finalmente se tuvo que cambiar al recibir ciertas presiones de la época. La prensa se hacía eco con titulares como "la vela latina con la política". Por eso finalmente se quedó el nombre en Pueblo Guanche a secas.
Precisamente con el Pueblo Guanche ha vivido las mejores página de su historia.
He vivido a tope todos sus triunfos y le puedo contar que el Pueblo Guanche en la actualidad es el bote más laureado en toda la historia de la vela latina. De liga tiene nueve títulos del Campeonato Provincial, entre ellos cinco seguidos con José Mari Ponce de patrón y con dieciocho botes en liza, como sucedió en la temporada 2005, donde lo ganamos todo y con grandes patrones como eran Alejandro Barrera, Santi Ceballos, etc.
Siendo el Guanche un bote puntero, ¿cómo se hace la selección de fichar tripulantes?
Una buena parte de los tripulantes que se acercan son conocidos por sus trayectorias en otros botes, aunque yo siempre cuento con la importante opinión del patrón para formar el equipo. Este año así lo hemos hecho junto con José Mari Ponce, que ha regresado para ser el primer patrón del bote junto con José Manuel Martínez, Timo.
¿Qué ha cambiado desde sus inicios al mundo de los botes hasta el día de hoy?
Para mí lo que más ha cambiado es la gente. La juventud no está por la vela latina. Es cierto que en la vela latina lo tenemos todo: una base náutica, locales individuales, grúa, etc, y en cada club hay personas que siguen colaborando y no sé qué pasara cuando dejen de hacerlo. Yo recuerdo que si la marea era a las dos de la madrugada y había que echar el bote al agua, porque al día siguiente había una regata importante, allí en la zona del muelle Santa Catalina a esa hora había siete u ocho hombres metidos en el agua, algunos margullando para quitar las piedras al final de la rampa por donde bajamos el casco para dejarlo preparado para el día siguiente. Era un trabajo terrible comparado con las comodidades de hoy en día.
Temporadas con dieciocho botes, el año pasado nueve y este año once botes. ¿A qué cree usted que se debe la escasez de clubes?
Este deporte ha estado muchos años abandonado, dejado de la mano de Dios con una Federación que ha fallado en buscar soluciones, un presidente que no tuvo interés para nada. Y esto lo digo siempre hablando en términos deportivos. No sé si fue por los muchos años que estuvo al frente de la Federación, pero esa era la sensación que siempre me daba, sobre todo en los últimos años. La prueba se tiene ahora con la Junta de Gobierno que ha entrado, ya se están viendo cosas que ante no se veían, sobre todo en referencia a la divulgación, escuela, redes sociales, etc.
¿Está viendo ilusión con los que han llegado?
Sí, claro, son personas que han llegado para dar otro aire a la vela latina. Pero también entiendo que los anteriores se tenían que haberse marchado por la puerta grande. Si en el momento que vieron que la mayoría de los boteros no los querían, ellos tenían que haber dado un paso al costado. Se llegó a un momento en que varios clubes tenían pensado no salir esta temporada si la anterior junta seguía al frente de la federación. Todavía no entiendo por qué esperó tanto para dejar la Federación. Y añado que a la vela latina la ha dejado como un solar viejo, con embarcaciones averiadas como son las zodiac y embarcaciones de apoyo bajo mínimos a las que se han tenido que reparar.
¿Está contento con el reconocimiento recibido junto con Antonio Cabrera, Tino de la Nuez y Luis Martínez en la gala de la entrega de los trofeos 2016?
Es otro detalle. Por aquí han pasado mucha gente y se han olvidado de boteros que han dado mucho a la vela latina canaria. Y con respecto a estas últimas distinciones yo creo que las mismas se habían tenido que dar años atrás y no esperar a cuando ya no están entre nosotros. Ya se están moviendo para coger personas mayores que en su día dieron mucho a la vela latina y hacerles un homenaje como se merecen.
Y la temporada, ¿cómo se presenta?
Creo que va a ser una buena temporada en la que personalmente destaco el regreso de José Mari Ponce a nuestro bote. Pero creo que existen varias embarcaciones que cuentan con grandes patrones como son el Puerto de La Luz, Tomás Morales, Villa de Agüimes o Portuarios.
