l sueño del ascenso terminó de la peor manera para los algunos de los aficionados blanquiazules que acudieron al Coliseum Alfonso Pérez. Un fallo de seguridad permitió que ambas aficiones llegasen a lanzarse sillas en los últimos minutos del partido. Y para colmo, cuando la policía decidió intervenir, a todas luces tarde, fue para cargar contra los hinchas isleños, que se llevaron más de un porrazo.

El ambiente entre las dos aficiones empezó a caldearse desde el comienzo del partido. Los ultras locales insultaban sin tapujos a los blanquiazules con frases como "¡Africano el que no bote, africano el que no bote!". Fueron algunos de los cánticos que los aficionados del Getafe CF dedicaron a los seguidores del CD Tenerife en los minutos previos al partido. Las imágenes y gritos levantaron las ampollas de los seguidores blanquiazules desplazados a Madrid, que, en lugar de mirar para el césped y centrarse en animar a su equipo, cayeron en la provocación y acabaron arrancando las butacas donde estaban sentados para lanzarlas contra los hinchas locales. La respuesta no se hizo esperar, y por momentos las sillas sobrevolaron las cabezas de las personas que se encontraban en ese sector del campo. Instantes después, las fuerzas de seguridad decidieron cargar contra la afición blanquiazul para poner fin a tan lamentable situación.

Esta vez, el dispositivo de seguridad falló, pero también falló el comportamiento de unas aficiones que, en esta ocasión, no supieron estar a la altura.