El grancanario Rafael Cabrera Bello ha jugado un golf del más alto nivel para acabar la primera jornada del Abierto Británico, que desde ayer se disputa en el Royal Birkdale, entre los mejores posicionados.

Cabrera Bello, que viene de ganar el Abierto de Escocia, tercer torneo del Tour Europeo en su carrera desde que es profesional, realizó una gran exhibición en un campo complicado en el que el viento puso en dificultad a los jugadores para acabar el primer día con una respetable tarjeta de 67 golpes (-3) y que pudo se mucho mejor si tiene un mínimo de suerte en los dos últimos hoyos de su recorrido, que con compartió con una auténtica figura como es el estadounidense Bubba Watson y con el australiano Scott Hend.

Al igual que en Escocia, Cabrera Bello se mantuvo firme durante la jornada de ayer, pese al intenso viento que alejó de los primeros puestos a muchos jugadores.

El canario, con un aplomo digno de todo elogio, empezó con un birdie y así mantuvo la línea hasta que llegó los hoyos 4 y 6 para perder su ventaja de dos golpes y volver a empezar de cero. Esos contratiempos no mermaron su impresionante concentración y desde ese momento empezó a 'robarle' golpes al campo para sumar cuatro birdies más -en el 7, 8, 15 y 16- y a falta de dos hoyos tener grandes opciones de acabar el día junto al trió que lideraba el British, los estadounidenses Jordan Spieth, Brooks Koepka y Matt Kuckar, que acabaron con 65 impactos (-5).

Le faltó un poco de suerte al canario. En el 17 estuvo muy cerca de sumar su séptimo birdie, pero la bola quedó clavada cerca del hoyo y en el último, no estuvo acertado cuando en la salida llevó la bola al bunker sin posibilidad de jugar. Tuvo que dropar y ese golpe de penalización le costó acabar entre los seis primeros, entre los que están los inglés Ian Poulter y Richard Bland, los estadounidenses Justin Thoas y Charles Hoffman y el canadiense Austin Connelly

Por su parte, su amigo el vizcaíno Jon Rahm ha terminado la primera ronda del Abierto Británico, que se disputa en Royal Birkdale, en la costa noroccidental de Inglaterra, con un resultado de -1, después de una primera ronda con altibajos y una amenaza de sanción en el penúltimo hoyo.

Rahm llegó por encima del par a los últimos hoyos, se anotó dos birdies seguidos en el 14 y el 15, un bogey en el 16 y otro birdie en el 17, después de que los árbitros decidieran que no procedía sancionarle por mejorar la situación de su bola, y terminó el día a cuatro golpes de la cabeza.

Y el otro buen amigo de Cabrera Bello, el castellonense Sergio García comenzó su participación en la 146 edición del Open con un resultado de +3 y muy alejado de los líderes provisionales.

El ganador este año del Masters acumuló tres bogeys y un doble bogey hasta los últimos hoyos, que ha culminado con dos birdies y la ovación del público inglés.

Las dificultades desde el tee de salida y en los greenes han dejado a García a ocho golpes de los estadounidenses Jordan Spieth (-5), Brooks Koepka (-5) y Matt Kuchar (-5), que lideran la clasificación.

"No me he sentido cómodo. Los golpes que he pegado bien, han acabado en malos sitios, y los que he pegado mal, han acabado en peores", dijo García, que solo ha puesto la bola en una de cada cinco calles y ha fallado muchos putts.

A primera hora de la mañana dominaban los británicos, hasta que Kuchar, Koepka, reciente vencedor del Abierto de Estados Unidos, y Spieth iniciaron la escalada. El joven texano, ganador del Masters y el Abierto de Estados Unidos de 2015, solo acertó un tercio de las calles, pero terminó con la única tarjeta sin bogeys del día.

Birkdale enseñó los dientes en los primeros compases y devoró las esperanzas de algunos de los primeros de la mañana, como el veterano estadounidense Mark O'Meara, ganador de la edición de 1996 en Royal Birkdale, que empezó con un cuádruple bogey y terminó con +11.

El cuarto español en Royal Birkdale, el barcelonés Pablo Larrázabal, se dejó dos golpes "en una vuelta controlada" para acabar con +2, y tendrá bastante trabajo por delante en la jornada de tormentas de hoy, para pasar el corte.