El pódium definitivo de París se solventará en la contrarreloj de 22,5 kilómetros en Marsella, donde los pronósticos apuntan a que Chris Froome confirmará su liderato mientras que el francés Romain Bardet y el colombiano Rigoberto Urán se disputarán el segundo escalón.

Tras más de 3.500 kilómetros y la travesía de cinco macizos montañosos el Tour más ajustado de los últimos años se jugará en una corta y técnica etapa cronometrada totalmente llana con excepción de un ascenso de 1,2 kilómetros con una pendiente media del 9,5 % para llegar a la basílica de Notre Dame de la Garde, que preside la ciudad mediterránea.

Froome es, de lejos, el favorito de entre los candidatos al maillot amarillo; incluso el británico, que mostró una trayectoria ascendente, podría tratar de sumar su única victoria para evitar celebrar su cuarto Tour sin festejar un triunfo de etapa.

Reputado contrarrelojista, el británico de Kenia ha jugado con la ventaja virtual que tenía con sus rivales en esa crono. De hecho, fue en la etapa inaugural de Düsseldorf, también contrarreloj, donde forjó las rentas que le permiten llegar a la penúltima etapa de amarillo. Menos fácil resulta presagiar lo que sucederá con sus dos perseguidores.

Mientras, el noruego Edvald Boasson Hagen (Dimension Data) logró ayer su tercer triunfo en el Tour de Francia, seis años después de haber conseguido sus dos victorias anteriores. El campeón de Noruega contra el crono, de 30 años, culminó una nutrida escapada tolerada por el pelotón en la etapa más larga de esta edición.