El Campeonato del Mundo de Windsurfing y Kiteboarding de Fuerteventura es la única plaza en todo el mundo en la que se disputa este año la modalidad femenina de freestyle, una decisión que depende de la organización de cada campeonato y no de lo que dictamine la PWA. Esta circunstancia especial pone estos días a Fuerteventura en el centro mundial de las miradas del windsurfing femenino y eleva la emoción del campeonato a su máxima expresión, dado que los resultados obtenidos en esta modalidad en la isla majorera son en consecuencia los que determinan la clasificación mundial. Quien gane estos días en Fuerteventura se convierte en campeona del mundo de estilo libre.

Rafael Cervero, juez de la PWA, explica que en todos los casos "es el organizador local quien decide qué modalidades quiere hacer", por lo que la opción de mantener la presencia femenina es una decisión de la organización en Fuerteventura, en este caso René Egli, pionero de este deporte en la isla majorera.

René Egli y todo su equipo llevan apostando por la presencia de las mujeres en lo más alto de la competición mundial desde sus inicios del campeonato en Fuerteventura en 1985, y por supuesto en la modalidad freestyle desde que se presentara en aguas majoreras por primera vez a nivel internacional en 1996.

Pero se trata, en definitiva, de una cuestión de presupuesto. En los años más intensos de la crisis, cuando los patrocinios flaquearon, la organización tuvo que decidir entre mantener alta la cuantía de los premios para atraer a los mejores riders pero hacer la modalidad sólo masculina, o apostar también por las mujeres y reducir el montante de los premios.

Esta última opción tiene el riesgo de que, al bajar los premios, los mejores riders decidan no participar. En el Campeonato Mundial de Fuerteventura decidieron mantener la presencia femenina, aunque moderando los premios y, a pesar de todo, los grandes windsurfistas acudieron igual.

La apuesta por mantener la modalidad femenina hace del Campeonato del Mundo de Windsurfing y Kiteboarding de Fuerteventura todo un ejemplo de compromiso con el deporte que las windsurfistas especializadas en freestyle bien aprecian.

Sarah-Quita Offringa, actual campeona del mundo y firme candidata a revalidar el título este año -ayer ganó su segunda final femenina y roza su décimo Campeonato del Mundo-, considera muy importante que se haga el esfuerzo de mantener la modalidad, sobre todo porque, a su juicio, "la modalidad de freestyle es en la que más se puede innovar y la que más puede atraer a las nuevas generaciones, por lo que es fundamental para crear cantera de windsurfistas".

Sobre las condiciones que convierten Sotavento en el espacio ideal para esta modalidad deportiva, Cervero confirma que la continuidad del viento es uno de los factores determinantes para garantizar el éxito de la competición.

"En Canarias tenemos los alisios soplando en verano sin descanso, por eso es un lugar idóneo para organizar un campeonato. En el windsurf a la hora de organizar una competición sabes que dependes totalmente de las condiciones meteorológicas, el viento en este caso. Si aquí contamos con que va a haber viento casi todos los días, es muy fácil programar porque sabes que puedes empezar a una hora y terminar cuando quieres. En otras partes del mundo te ves obligado a competir todas las horas que puedes cuando hay viento y no sabes si al día siguiente se darán las mismas condiciones para continuar", reflexiona.