La colocadora brasileña Jacqueline de Souza, de 31 años y 1.82 metros de estatura, es el primer fichaje extranjero de esta temporada del CV JAV Olímpico. Se trata de uno de los tres fichajes que tiene previsto realizar el equipo grancanario para afrontar su decimocuarta temporada en la Superliga femenina de voleibol y su primera aventura en una competición europea, la Challenge Cup.

La jugadora, que ya fue tentada por la dirección técnica del equipo del barrio de Schamann para su fichaje hace dos temporadas, cuenta en su currículum con una participación importante en el voleibol europeo, al haber jugado en las Superligas de Rumanía, Hungría (donde fue finalista de la Copa del país y de la Challenge Cup) y Grecia (la temporada pasada). Además, tiene una dilatada experiencia en la Superliga brasileña.

Jacke, como le gusta que la llamen, es una colocadora serena, precisa y con la experiencia que el club buscaba. Con su llegada al IBSA Gran Canaria, da el salto a la Superliga femenina española, donde está llamada a ser una de las mejores jugadoras del torneo. Será la directora de juego del proyecto deportivo más ambicioso del club en lo que respecta a objetivos y resultados.

Así lo confirmó el vicepresidente Juan Manuel Campos en una entrevista publicada por este medio, en la que aseguró que el equipo aspira a luchar por los títulos de la Superliga y de la Copa de Su Majestad la Reina en este nuevo curso 2017-2018.

Desde el club ya se trabaja en la tramitación de la documentación que permita a la jugadora brasileña obtener su visado de residencia y de trabajo. El objetivo es que Jacqueline de Souza pueda llegar lo más pronto posible a Las Palmas de Gran Canaria para ponerse a las órdenes del técnico Alberto Rodríguez y realizar la pretemporada junto a sus nuevas compañeras. La preparación arrancará el próximo lunes 28 de agosto en el Centro Insular de Deportes.

Yacke asegura sentirse con muchas ganas de llegar y de conocer la ciudad y la Isla. Además, promete ayudar al equipo a cumplir los objetivos y afirma que, tras desechar otras ofertas para seguir jugando en Europa, e incluso para regresar a la Superliga brasileña, se decidió por jugar en el CV JAV Olímpico por la evolución que ha tenido el club en los últimos años, y también por su ambicioso proyecto de presente y futuro que tiene el objetivo de convertir al club en un referente dentro de la Superliga femenina.