El patrón Gustavo del Castillo, que junto a su hermano y tripulante Rafael (ambos del Real Club Náutico de Gran Canaria) se proclamó subcampeón mundial de la clase Snipe en la competición disputada en aguas de La Coruña, reconoce que se habían preparado para ganar el evento, aunque resalta que el subcampeonato conquistado -tras el equipo de Puerto Rico- es magnífico.

Nos queda un regusto amargo porque en la última regata estábamos a sólo tres puntos de los líderes, pero ellos navegaron muy bien, con mucha velocidad, y fueron superiores. Nosotros estamos contentos con el campeonato que hemos hecho, porque navegamos muy bien, y fuimos regulares durante todos los días, al igual que los ganadores”, indica el patrón.

“Sí es cierto que hay un sistema clasificatorio que es injusto en mi opinión, porque los dos primeros días de regatas se hacen unas previas, y al final de esos días sólo cuenta cómo va la clasificación general, sin contabilizar todas las pruebas que has hecho, y el que lo hace mal en esos dos días sólo tiene otros tres más para arreglarlo un poco”, señala Gustavo.

En cuanto a las condiciones climatológicas que encontraron en la bahía coruñesa, Gustavo afirma que les habría gustado que hubiese un poco menos de viento.

“Tanto mi hermano Rafa como yo somos una tripulación ligera, ya que no pasamos del 1,70 de estatura, y nos viene mejor poco viento, y salvo el primer día los restantes hubo bastante, lo cual benefició a otras tripulaciones con más poderío físico”, manifiesta.

“Por otro lado, no sé si regatear con mi hermano nos aporta un plus, pero mejor que a un hermano no conoces a nadie y en los momentos difíciles igual es más fácil que te apoye él que un amigo. La verdad es que cuando yo navegaba con Felipe Llinares y ahora con Rafa lo he hecho muy a gusto y los resultados están ahí”, comenta el mayor de los hermanos.

Gustavo, que este año cumplirá 40 años, afirma que forma un “buen equipillo” con Rafa, de 38, pues el pasado año fueron campeones de Europa, y ahora logran el subcampeonato mundial en una embarcación en la que Gustavo es el que manda como patrón, aunque bromea al señalar que cuando están en familia igual cambia esa historia.

Los hermanos Del Castillo no tienen previsto pasarse a otra clase en la que poder competir para intentar estar en la próxima Olimpiada de Tokio.

“Ambos ya tenemos una cierta edad y somos padres de familia. Además, yo soy funcionario y mi hermano Rafa es autónomo, y para preparar una Olimpiada debes estar dedicado al 100% a la vela”, dice el patrón.

Por lo que respecta al capítulo de agradecimientos por el subcampeonato, ambos lo dedican a sus respectivas familias, porque sufren su ausencia cuando ellos entrenan y viajan; a los compañeros de Snipe de la isla y al Club Náutico por su apoyo; a su entrenador, Óliver Bravo de Laguna, y a Fernando Medina, que les ayudó en la puesta a punto del barco.

Feliz por este nuevo logro en su exitoso y extenso palmarés, Gustavo del Castillo, patrón asimismo del Tomás Morales de Vela Latina Canaria, se permite bromear al afirmar que no aumentará su caché por llevar la caña del histórico bote tras la consecución de este subcampeonato mundial.