José Luis Martínez Gómez, uno de los pioneros del baloncesto español en los años 50, falleció el pasado domingo en la isla de La Palma a los 82 años. Con su muerte se va una parte importante de la historia de los orígenes de este deporte en España. Fue internacional en 22 ocasiones (ganó la medalla de oro en los Juegos del Mediterráneo de 1955 y jugó el Eurobasket de Turquía de 1959) y defendió la camiseta de los tres equipos con más historia del basket nacional: Real Madrid, Barcelona y Joventut de Badalona. Con los dos primeros ganó las tres primeras ediciones de la Liga Nacional -actual Liga Endesa- (1957-59), además de dos Copas del Generalísimo (1957 y 1959). Más allá de su faceta deportiva, destacó en el ámbito laboral como formador de directivos y comerciales en empresas de primer nivel nacional. Desde 2004 disfrutaba de su jubilación en la localidad palmera de Breña Alta junto a su mujer, la tinerfeña María Rosa Pérez.

La trayectoria deportiva de José Luis Martínez estuvo siempre ligada a la de su hermano Alfonso (146 veces internacional) y con el que coincidió en varios equipos, entre ellos los citados Real Madrid, Barcelona y Joventut. Martínez nació en Zaragoza un 19 de febrero de 1935 y fue el segundo de tres varones. A los 11 años se traslada a vivir a Barcelona junto a su familia y muy pronto, a los 14 años, pasa a formar parte de la cantera del conjunto azulgrana. A los 15 años ya militaba en el primer equipo catalán, logrando incluso proclamarse subcampeón de la Copa del Generalísimo en 1951.

En los siguientes años, todavía como azulgrana, empieza a jugar junto a su hermano Alfonso, con el que formaría una pareja inseparable hasta que decidió dejar el baloncesto profesional y competir en equipos de categorías menos exigentes y que le permitiesen compaginar su afición por el baloncesto con su actividad laboral. Tras su primer periplo culé, militó un año (1955-1956) en el Aismalíbar Montcada antes de recalar en el Real Madrid, donde tuvo el privilegio de ser uno de los partícipes en la consecución del título de la primera Liga Nacional (56-57, año en el que también ganó la Copa). Los hermanos Martínez volvieron a liderar al conjunto blanco en la competición liguera al año siguiente antes de retornar al Barça (58-59), equipo con el que volvieron a lograr el doblete (Liga y Copa).

Un adelantado a su tiempo

Durante el periodo en el que tanto José Luis como Alfonso alternaron el Madrid con el Barcelona, también fueron habituales sus presencias con la selección. De hecho, fueron partícipes de la medalla de oro lograda por España en los Juegos del Mediterráneo de 1955 y también estuvieron presentes en el Eurobasket de Estambul de 1959.

En palabras de su hijo Jochi, "se trataba de un jugador con mucha fuerza y potencia, además de muy inteligente en la cancha; dicen, incluso, que era mejor que su hermano, pero él prefirió encauzar su carrera hacia el mundo laboral". José Luis medía 1,92 metros y tenía la capacidad de jugar de alero o pívot, siendo calificado por muchos como un jugador moderno y adelantado a su época.

Una vez acabada la carrera de Derecho, aparca el baloncesto profesional para dedicarse por entero a ejercer como formador de directivos y comerciales en grandes empresas multinacionales, faceta en la que, al igual que en el baloncesto, fue un adelantado a su tiempo. Los valores que adquirió con el mundo de la canasta fueron determinantes en el día a día de su actividad profesional.

Y es que el deporte influyó de manera decisiva en su metodología profesional en el ámbito del liderazgo con espíritu de equipo, motivación y entusiasmo.

En 1969 conoce a Eduardo Criado, espónsor de los Cursos Dale Carnegie en España, y colabora como instructor de los mismos. El encuentro con la filosofía motivacional Dale Carnegie lo marcó de manera decisiva, lo que unido a sus conocimientos técnicos y prácticos, influiría en la experimentación del Método Negocio y del estilo de formación que impartiría en sus cursos.

Posteriormente, ya de manera autónoma, ejerce como asesor de empresas especializado en organización y formación de redes de venta. Lo hizo durante más de 40 años, colaborando con marcas tan reconocidas como Nestle, Danone, Gallina Blanca, Bacardi, Banco Urquijo, American Express o Home English, entre otras. Fruto de su experiencia, acaba publicando el libro Vendiendo se entiende la gente, donde pormenoriza el método de negocio que tantos éxitos le reportó durante su vida profesional.

Ya jubilado, instala su residencia en 2004 en La Palma, isla en la que veraneaba y de la que es natural la familia de su viuda, María Rosa Pérez, pese a que ella nació en Santa Cruz de Tenerife. José Luis y María Rosa (Miss España 1963) se conocieron en Barcelona mientras ella se encontraba de viaje en la Ciudad Condal por motivos de trabajo. Fruto de este matrimonio nacieron cinco hijos.

Tras su repentino fallecimiento, José Luis Martínez será incinerado en una sencilla ceremonia que tendrá lugar este jueves en el Hospital General de La Palma.