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Tenis La entrevista

Carla Suárez: "En una o dos semanas anunciaré mi próximo entrenador: será español"

La tenista grancanaria, que da por concluida la temporada 2017, por unas molestias en la muñeca, hace balance de los últimos diez meses -"Ha sido el año más difícil de mi carrera"

Carla Suárez: "En una o dos semanas anunciaré mi próximo entrenador: será español"

A sus 29 años, la grancanaria, 40 del mundo, hace balance del año. Lastrada por una lesión de hombro, tuvo un inicio infernal. Rompió con su técnico, Budó -julio- y maravilló en Nueva York ante Venus en octavos. "Ese partido es la línea a seguir".

Punto y final a 2017 en el puesto 40 del ranking mundial WTA [comenzó el año en la posición doce]. Curso marcado por su grave lesión de hombro derecho, que le lastró en los tres primeros meses.¿Qué nota se pone?

Es una temporada diferente, en la que no hemos podido cumplir con los objetivos pendientes producto de las lesiones que lo que ha dificultado un poco más. El hecho de estar tres meses sin poder competir, sin poder puntuar: se paga caro. Y no hemos podido tener esa regularidad, esa constancia que nos hubiese gustado. Eso provoca que no haya sido un buen 2017. Pero ya está; a partir de ahora, hay que centrarse, lo mejor es pasar página, tratar de tener las cosas claras. Buscar al entrenador idóneo para el próximo año, y empezar de cero 2018.

El 31 de julio ponía fin a diez años de trabajo con Budó. Estuvo con Marc Casabó, que ya formaba parte de su equipo técnico, de agosto a octubre. A sus 29 años, ¿quién llevará las riendas de su carrera en el apartado técnico?

Estamos buscando; no lo tenemos claro. No hay nada decidido. De aquí a una o dos semanas lo tendremos cerrado. Hay que ir despacio, son muchos años con un mismo entrenador. Y luego con dos...Es complicado, son decisiones que se toman. Los cambios pueden venir bien para afrontar nuevos desafíos.

Con Budó llegó al seis del ranking WTA y conquistó los dos ítulos de su carrera. Fue una ruptura diplomática, sin traumas, producto del agotamiento. ¿Pero cómo vivió esa experiencia?

Fue complicado, se trata de una década juntos. Llegué a Barcelona [en edad juvenil para darle un giro radical a su carrera hacia un talante más profesional] y todo empezó con él. En el tenis, la figura del entrenador es muy importante. Y tras tantos viajes,experiencias...Además, a mitad de temporada un cambio así no es fácil de digerir. Mentalmente debes saber gestionarlo. Es otra experiencia que te vale para crecer. Saco esa lectura. No miro atrás. Fue una ruptura y pasé página porque quedaban cuatro meses.

¿Es el 2017 el año más difícil de su carrera?

Sí, cuando llega Pekín [octubre] en el calendario, estableces parámetros. Llega la hora de hacer balance de los diez meses [la temporada arranca en enero]. Analizas victorias y derrotas (...) Y quizás en 2017, tras empezar lesionada, no logramos destacar del todo. Eso se paga caro. Partíamos con el 'top ten' como objetivo, pero este año nos hemos quedado bastante lejos. Son cosas que pasan, es deporte y el tenis femenino está muy igualado. A la que no vayas del todo bien, pueden pasar estas cosas. Y se asumen.

Desde 2011 [acabó el curso en la posición 57], no competía con un ranking tan bajo. Quizás nos había dado demasiado caviar en las últimas campaña con los títulos en Portugal (2014) y Catar (2016). Y esa sexta plaza mundial. ¿Nos había malacostumbrado?

Se trata de eso; de intentar estar lo más arriba posible y el máximo de tiempo. En estas últimas temporadas mostré un nivel óptimo [cuartos de final en el US Open (2013), Roland Garros (2014) y Australia Open (2016); así como finalista en Roma (2015), Miami (2015), Amberes (2015), Oeiras (2013) y Acapulco (2013)]. Quizás en este año, mi rendimiento ha pasado desapercibido. Y me sabe a poco; lo he dicho muchas veces. Se lo vuelvo a repetir, esta competición te da oportunidades cada semana. El año que viene es una nueva aventura; y llegan nuevos retos y oportunidades.

Cambia de objetivo. Ahora pasa por colarse en el Top-18. Mirar a las 20 raquetas del planeta.

A corto plazo, aspiro a ir subiendo poco a poco. Para como meta final, intentar estar entre las diez primeras. Soy ambiciosa y ya haremos balance en octubre de 2018. Con calma porque queda muchísimo. Mi gran objetivo es volver estar entre las diez primeras.

¿Quién será su próximo entrenador? ¿Es un rostro mediático?

No, lo que sí le puedo decir es que será un entrenador español. En ningún momento me he planteado la figura de un entrenador extranjero.

El idioma lo dificulta un poquito. Y lo tengo claro: será español.

Djokovic cambió de entrenador [prescindió de Vajda y se refugió en la mística de Agassi], igual que Federer [dejó a Edberg por Ljubicic en 2016]. Es una búsqueda de nuevos estímulos y una práctica habitual en la ATP.

Sí. Al final encadenas competiciones y semanas.La motivación no es la misma, los objetivos no son los mismos. Todo está en el día a día. Pero cambiar de entrenador pasa en todos los deportes.

Usted es una de las estrellas del combinado nacional y luce un amplio recorrido en la Copa Federación. Hay nueva capitana: Anabel Medina. ¿Qué le parece?

Pues muy bien, he compartido con ella muchos momentos tanto en el equipo nacional [España] como en los torneos WTA. Tiene la experiencia de saber lo que una jugadora puede estar sintiendo y dispone del conocimiento de haber trabajado con jugadoras como entrenadora [con Jelene Ostapenko, última ganadora de Roland Garros]. Lo tiene todo. Sé que con Medina, la jugadora está muy a gusto con ella. Ojalá pueda completar un buen trabajo, estamos en el segundo Grupo Mundial y el objetivo es intentar subir al primero de la Fed Cup.

¿Qué la parece el cabreo de Conchita Martínez, destituida del equipo española de la Copa Davis y de la Copa Federación?

Es un tema exclusivo de la Real Federación Española de Tenis, decidieron que terminase así. Y así acabó. Es una decisión exclusivamente de índole federativa...

26 victorias y 23 derrotas en esta temporada con tintes de funeral. ¿La imagen de su 2017? El fotograma dorado de su expediente más volcánico sería...

Es complicado decantarse por una imagen de los últimos diez meses. Me quedo por ejemplo con el rendimiento en el Mutua Madrid Open de Madrid. La victoria ante Caroline Wozniacki [en tres mangas] fue emocionante, sobre todo por la reacción del público. Pero me decanto por el US Open de Nueva York y el partido de octavos de final ante Venus Williams [6-3, 3-6 y 6-1]. Podía haber sacado más provecho en la tercera manga. Ese partido marca la línea a seguir. Es el punto de partida. La del US Open y el horizonte. Insisto, es la línea con la que me gustaría empezar el 2018.

Tuteó a una de las poderosas del circuito como Venus [ganadora de siete Grandes ] y mostró su mejor versión con un tenis total el pasado 3 de septiembre. Un latir salvaje en la Arthur Ashe [capacidad para 23.000 fieles]. ¿A qué factores atribuye ese nivel? ¿Cómo asentó la resurrección?

Estaba compitiendo a gusto y me encontraba muy tranquila. Al final, cuando compites con serenidad y paciencia, el nivel de tenis sale. Esa tranquilidad es capital. Estuve muy bien y es la línea a seguir.

¿Qué opina del fenómeno Muguruza, exnúmero uno del mundo, y ganadora de Wimbledon?

Sabíamos del potencial que ya atesoraba, y con los resultados que ha tenido en este año, en especial con el título de Wimbledon, pues está todo dicho. Tiene un potencial brutal, pero puede mejorar en ciertos aspectos. El hecho de ser la número uno le da un plus de confianza para competir en el WTA Finals de Singapur [acuden las ocho mejores raquetas del circuito a la cita que cierra la temporada]. En el próximo curso, será una jugadora referente mundial y número uno.

La lucha por el trono del circuito femenino fue titánica. Simona Halep, Muguruza, Pliskova...¿Quién ha sido la mejor del año para usted?

Es una cuestión complicada; hay jugadoras que han rendido muy bien en los cuatro Grand Slam y en los Premier Mandatory [los Máster 1.000 en la ATP]. No sabría decirle una en concreto, hemos tenido de tres a cuatro líderes del circuito de gran valía. Al final los números son los puntos y las mejores del año han sido Muguruza y Simona Halep.

A sus 29 años, ¿qué aprende del año más difícil de su carrera? ¿Qué cambiaría? La lección fue...

Esto es deporte. No hay ningún deportista que no se lesione. Debes convivir con ello. ¿Un cambio de entrenador? Lo han vivido muchos deportistas. La valoración: cuidarte y conocer tu cuerpo un poco más. En las competiciones que disputas es importante conocerse y cuidarse. Marcar tus límites.

Reside en Barcelona, ¿qué opina de la incendiaria situación política que vive Cataluña?

Me sorprende, son muchos años en Barcelona y percibo mucha discusión. Demasiados malentendidos. Tanto Cataluña como España deben respetarse. Cada opinión debe asumirse. Pero los que tienen el poder son los que pueden arreglarlo. El pueblo se ha posicionado con manifestaciones históricas. En España tendría que reinar la paz y esta imagen no beneficia.

¿Cataluña debe permanecer dentro del estado español?

Me gustaría que siguiese dentro de España. Conozco a España con Cataluña, y me gustaría que siguiese. Pero respeto a la gente que piensa lo contrario. Es un tema de sentimientos. El diálogo es lo mejor.

En la Isla y sin la raqueta. Vacaciones con mojo y queso tierno. ¿Qué hará en sus vacaciones?

Guardo la raqueta y me centro en la familia. Visito a amigos; descanso, sol y playa. Recurro a esa lista de productos autóctonos, que no puedo saborear por los viajes por todo el mundo en el circuito WTA.

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