El grancanario Manolo Hussein, seleccionador de Panamá, asegura que tras su efímero paso por el Herbalife Gran Canaria, de donde se marchó porque “no quería ser un estorbo”, aceptó la oferta de Panamá ya que quería volver a sentirse entrenador y por ser un reto importante.

Hussein, que el sábado cumplirá 55 años y que está afincado en Murcia, de donde son naturales su esposa y su hijo Roberto, intentará clasificar a Panamá para el Mundial 2019 en China, tras desligarse voluntariamente de la entidad isleña.

“El anterior presidente del Gran Canaria, Miguelo Betancor, me desveló un proyecto muy interesante llamado ‘Talento amarillo’, que se extendía hacia la cantera con la creación de una ciudad deportiva y de becas, y apostó por mí”, recuerda.

El técnico afirma que cuando regresó a la Isla se dio cuenta de lo difícil que resultaría poner en marcha esa idea, y al dejar Betancor la presidencia y comprobar Hussein que nadie llevaba adelante el proyecto pensó que su trabajo en el club “ya no tenía sentido”.

“Hay gente que lleva mucho tiempo en la entidad y cuando ven que hay ideas nuevas y se precisan cambios no colaboran. No quería ser un estorbo y me fui desilusionado”, recuerda.

El entrenador resalta que una de las ideas de ‘Talento amarillo’ era hacer un trabajo técnico específico con chicos de la cantera, para incorporarlos a medio plazo al primer equipo.

“El Gran Canaria debe apoyarse en la cantera y no tiene sentido controlar a 1.500 niños si no eres capaz de que algunos lleguen al conjunto profesional”, manifiesta.

Reto complicado ante grandes potencias

Recién cerrada su etapa en la Isla, Hussein recibió una oferta para dirigir a la selección de Panamá durante dos años y clasificarla para el Mundial.

El reto es complicado, al competir con potencias como Estados Unidos y Argentina, entre otras. Acepté porque quería volver a sentirme entrenador, y éste es un buen escaparate para mí”, indica.

Hussein debutó al frente de Panamá en la Copa América, “que no fue bien porque sólo tuvimos tres semanas para prepararla, y además con sensibles bajas”.

“Cinco jugadores rehusaron disputarla, entre ellos Akil Mitchell, un cuatro de 23 años que está en la órbita de Denver en la NBA. En noviembre empezaremos la fase de clasificación para el Mundial y esperamos recuperar a esos jugadores, porque con ellos podríamos tener alguna opción”, comenta.

Según el técnico, Panamá tiene buenas perspectivas a medio plazo, “gracias a jugadores que ahora estudian en Estados Unidos”, aunque reconoce que su selección está en un segundo escalón, por detrás de Estados Unidos, Argentina, México y Puerto Rico.

En el año que lleva en la selección panameña, Hussein ha visto numerosos jugadores sudamericanos de gran nivel, con opciones de encajar en Europa, y afirma que “estaría encantado” de facilitarle información al Gran Canaria si se lo pidiesen.

Por otro lado, en su extensa etapa como entrenador dice haber vivido “muchas satisfacciones y decepciones”, aunque con el paso del tiempo se queda “con las personas más que con los éxitos logrados”.

Mi etapa en La Isleta no es comparable con nada por la labor social que hicimos allí. Hoy veo a aquellos críos que ya son padres, y pienso que algo bueno hice contribuyendo a que saliesen adelante en un ambiente complicado”, señala.

Finalmente, asegura que apenas ha tenido ocasión de ver al actual Herbalife Gran Canaria, “que se ha reforzado bastante bien un año más”, y al que vaticina que estará “compitiendo a un alto nivel en Liga y Eurocup”.