Lidia Valentín ha puesto a la halterofilia española en otra dimensión. Medallista olímpica, mundial y europea, ha conseguido captar la atención mediática. Las preseas de Pekín 2008 y Londres 2012 que le otorgaron por los positivos de varias de sus rivales hizo el resto. Gracias a la leonesa la halterofilia en España ha logrado ponerse en la primera línea. Y ya tiene varios relevos tocando a la puerta de los Juegos Olímpicos. Una de ellas es la majorera Ilia Hernández, que a sus 19 años ha logrado batir varios récords de España y marcas que tenía Lidia Valentín a su edad. Su mayor éxito lo logró hace dos semanas en Albania, cuando conquistó el oro europeo junior en la modalidad de dos tiempos, además de un bronce en la misma competición en el total olímpico.
"En este momento estoy haciendo más que ella cuando tenía mi edad. Son récords que estoy batiendo de hace muchos años", asegura la majorera, que en dos europeos anteriores había logrado medalla de bronce "pero éste es mi primer oro". "Tengo también un campeonato de España absoluto, y algunos récords y medallas más de otras categorías, pero con tanto campeonato no me acuerdo", admite entre risas.
El oro lo firmó a pesar de que llegó a la cita con molestias físicas. "Tengo mejor marca de la que hice en el Europeo, sufría una molestia en un lumbar y no pude darlo todo, pero podía haber hecho mucho más. Podía haber logrado por ejemplo un bronce también en arrancada, donde quedé quinta", confiesa la majorera. "En ese momento te tienes que olvidar del dolor y apretar los dientes", añade.
Ilia, de Gran Tarajal, entrena en Tenerife a las órdenes de Víctor Galván, hijo de Manuel Galván, exseleccionador español que dirigió a Lidia Valentín. "Ilia es mejor que Lidia a su edad. Le está batiendo los récords. En arrancada no, pero en dos tiempos es mucho mejor", añade sin tapujos Víctor, el hombre que la descubrió.
Una potencia en España
Lo hizo en unas pruebas de captación de talento que suele hacer en los colegios e institutos de la Isla, unas pruebas físicas con las que valora la capacidad de un joven para desarrollarse en un deporte. Galván desvela que ese es uno de los motivos por los que "en la última década hemos dominado la halterofilia española". A través de ese método, que han recomendado a otras Federaciones, encontró el talento de Ilia. "No hacía halterofilia, vimos que era una chica con potencial, con fuerza, con coordinación, flexibilidad y con velocidad y le propusimos la beca del centro de tecnificación del Gobierno de Canarias que tenemos en La Laguna. Les pagamos la residencia en la Laboral", relata sobre Ilia, que estudia un ciclo superior de Actividades Físico Deportivas. "Aquí tenemos tres pilares: estudiar, comportarse educadamente y mejorar en el deporte. Si falla alguna de esas tres patas no se les renueva la beca. A ella le interesó y mira a donde ha llegado", continúa con orgullo.
"Siempre me ha gustado el deporte y ya estaba aburrida del baloncesto, que era lo único que practicaba, así que decidí probar algo nuevo", recuerda sobre sus inicios. "De la halterofilia me llamó la atención que es un deporte individual, y es algo que prefiero. Lo probé y me fui sintiendo cómoda porque me empecé a superar muy pronto y me enganché. Y todavía no me he desenganchado. Llevo ya seis años practicándolo", indica.
Ilia no es el único talento que ha despurado Víctor Galván. "En Madrid está Alejandro González, al que detectamos en Arucas, ahora está también en la selección española y fue campeón de Europa sub 23", relata. De la misma cantera salió el tinerfeño Andrés Mata, con dos Juegos Olímpicos a sus espaldas, y sus paisanas Atenery Hernández y Sheila Ramos, otras integrantes de la selección española.
Todos ellos entrenan en Madrid, pero Ilia Hernández resiste en Canarias porque lo prefiere. "Yo tengo una beca pero no cobro todos los meses como ellos, que ganan más dinero. Pero no estoy interesada en ir a Madrid, prefiero seguir en Tenerife", detalla. "El seleccionador, que era el ayudante de mi padre, está deseando que ella se vaya para allá. Pero prefiere estar aquí", confirma Víctor Galván.
Tokio 2020 está en el horizonte de todos, aunque Ilia se lo prefiere tomar con calma: "Mi objetivo no son los Juegos, me gusta pensar en objetivos a corto y medio plazo. A largo plazo ya se verá. Los próximos Juegos son en 2020 y nunca se sabe lo que pasará, yo creo que es muy pronto", considera. Pero Víctor Galván cree que es posible. "Ilia prefiere no meterse esa presión, pero la presión tiene que existir en el deporte. Mi objetivo es dar la sorpresa y que Ilia vaya", asevera.
Pero todavía queda mucho para resolver esa cuestión. "La selección española tiene que conseguir la plaza en los Mundiales del 2018 y del 2019. Según los puntos que logren dan determinadas plazas. Y después habrá que ponerle nombre a esas plazas", detalla.
"Mi sueño son los Juegos Olímpicos, por supuesto, como para cualquier deportista, pero todo el mundo quiere eso y hay que se realista. Mi entrenador está más convencido que yo de que puedo ir a los Juegos", asume Ilia.
Para Tokio todavía tendrá la majorera 22 años, una edad que todavía no supone la plenitud para un haltera, que suele estar entre los 25 y 27. "Si se propone algo, lo consigue. Lo difícil es hacérselo ver. Ilia es especial en todo", sentencia su entrenador.
