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Los italianos de la Isla, tristes y desilusionados por la eliminación

"Fue un querer y no poder. Es la línea descendente que ha llevado la 'azzurra' los últimos años", señala Carlo de Blasio

Carlos de Blasio (i) y Stefano Sannino (d), ayer por la tarde en la capital grancanaria. ANDRÉS CRUZ

La colonia italiana es, de largo, la más numerosa en la capital grancanaria y de las más en el cómputo general de la isla de Gran Canaria y ayer, tras la eliminación de la selección nacional de Italia a manos de Suecia para el Mundial de Rusia'2018 -será la tercera vez que no acuda, pues al primer mundial en Uruguay'1930 no fue y tampoco se clasificó para el Mundial de Suecia'1958, para disputar los últimos 14 mundiales de forma consecutiva-, amaneció "compungida, triste, desilusionada y, sobre todo, sorprendida", según señalaba el cónsul general de Italia en Gran Canaria, Carlo de Blasio.

"Esta mañana -por ayer- he hablado con muchos compatriotaas, no sólo residentes aquí en la Isla, sino también en la propia Italia, y la sensación general es que estamos destrozados. Ha sido un palo muy fuerte, como dice la expresión canaria, porque ha sido algo muy sorprendente. Caer ante Suecia no entraba dentro de los planes ni del más pesimista. Yo pensaba que Italia iba a superar tanto el partido como la eliminatoria, pero no fue así", indicaba el cónsul trasalpino.

Carlo de Blasio indicaba, además que "sólo había que ver las lágrimas, y no sólo de los jugadores, al término del encuentro, como demostración de impotencia. El partido fue un querer y no poder, porque los últimos diez minutos, por ejemplo, fueron un asedio contínuo, pero no se logró marcar y eso es lo que al final duele y te lleva a la desilusión por quedar eliminados, sin menospreciar al rival, en este caso Suecia".

Con todo, el cónsul fue crítico con posterioridad al señalar que "los compatriotas con los que he piensan igual que yo. Alguno dice que ha sentido hasta vergüenza. Y es que de esta forma se confirma y culmina la línea descendente del fútbol italiano en los diez o doce últimos años. Ahí están los registros en los mundiales anteriores. Malas clasificaciones. Y acabo diciendo que esta crisis que vive el fútbol italiano es consecuencia de la amplia contratación de jugadores extranjeros, los muchos foráneos que juegan en los clubes italianos, que merman la salida de jugadores locales para poder nutrir a la selección azzurra".

Mientras, Stefano Sannino, Embajador de Italia en España, de visita estos días en Gran Canaria, señalaba a este diario que: "Siendo o no siendo futbolero, efectivamente lo ocurrido es muy triste. No tener a Italia en un campeonato de fútbol es algo que es muy nuevo. Yo creo que en toda mi vida nunca había pasado. Es triste. Es muy fuerte porque Italia siempre ha sido un país con un equipo de fútbol muy bueno, por eso puedes ser futbolero o no, pero es parte de tu identidad. Por eso una parte de mí está triste", finalizó el representante transalpino.

El dolor del empresario

Gero Catalioto encadena más de tres décadas regentando la cadena de establecimientos Ristorante Pizzeria O Sole Mio. Desde la Casa Roja O Sole Mio en Las Canteras reclama "sangre y carácter" a las próximas generaciones de futbolistas de la squadra azzurra. "El fútbol ha evolucionado bastante y falta sacrificio. Hemos descuidado el trabajo con la base en el vivero de la Primavera [competiciones de base]. Ahora no vemos a la Italia de hace 20 años, donde los jugadores sudaban la camiseta ganando menos dinero. Italia siempre ha sido un equipo táctico más que de técnica. ¿Dónde están los Totti, Del Piero, Schillaci, Roberto Baggio...? Ellos sí se echaban el equipo a la espalda y te ganaban una eliminatoria. E incluso un título o todo el prestigio", detalla.

Lamenta el adiós de la leyenda Buffon, que cierra su carrera internacional salpicado por la hecatombe. "Hay jugadores emblemáticos como Chiellini o Bonucci y luego está Gianluigi. No merecía esto; podía haberse despedido con un Mundial bonito. Pero la cita se celebrará sin Italia; me duele mucho. Soy de la Juventus y de la UD Las Palmas, pero no me considero fanático. Me duele pero lo acepto. La eliminación de Italia me tocó una vena que nunca me había tocado".

¿Qué término utilizaría: holocausto, vergüenza...? El empresario hostelero es categórico: "Nadie tiene que decir que esto es vergüenza. Vergüenza es robar; hay que darle más importancia al vivero y mentalizar al jugador. Más que el juego bonito; por encima de todo: falta sangre. Y que gane la UD, así me desquitaría de esta gran pena".

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