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Ajedrez Lucha por la igualdad en el deporte ciencia

Jaque mate a la discriminación

La actual campeona de España, Sabrina Vega, declina viajar a Arabia Saudí para competir en el Mundial por la falta de tiempo para mentalizarse ante las normas del país musulmán

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Sabrina Vega, Gran Maestro Femenino de ajedrez

La actual campeona de España de ajedrez, la grancanaria Sabrina Vega, ha decidido no acudir al Campeonato del Mundo de partidas rápidas y semirrápidas que se está celebrando en Ryad (Arabia Saudí) por la falta de tiempo para mentalizarse ante las normas del país y poder competir a máximo nivel. Al igual que la selección nacional femenina, Vega declinó acudir al país oriental por la discriminación que las mujeres sufren en este territorio. La española no es la única en sumarse a la lucha feminista, la campeona mundial Anna Muzychuk decidió no defender sus dos títulos por las mismas razones que las españolas. La batalla por las 64 casillas abre un frente sobre los derechos de la mujer.

La Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) tenía previsto realizar la disputa del actual Mundial en Qatar. El país de los petrodólares demoró su respuesta, y ante la falta de una sede donde llevar el campeonato apareció la propuesta de Arabia Saudí. El organismo internacional, tras cerrar la firma con los árabes por las próximas tres ediciones del campeonato mundial, informó a las federaciones nacionales de que convocasen a sus selecciones para la nueva sede. Con un margen de diez días para tramitar los visados, llegaron las dudas para las ajedrecistas. ¿Qué supone acudir a Arabia Saudí?

"Esta temporada fue muy larga y no me sentí con las fuerzas suficientes para dar una respuesta inminente y ceder ante ciertas reglas de conducta del país musulmán", indica Sabrina Vega.

Arabia Saudí culturalmente transgrede los derechos universales de las mujeres, y aunque la FIDE asegurara que dentro del recinto de juego se respetarían las libertades de cada jugador durante las partidas, no especificó qué ocurriría una vez terminaran éstas.

Este hecho no impidió que hasta un centenar de jugadoras acudieran a Arabia Saudí para competir por el campeonato mundial de 2017. Vega argumenta que el motivo por el que otras deportistas decidieran acudir es porque "evidentemente las condiciones económicas han sido las mejores hasta el momento en un Mundial de este tipo. El montante de premios era muy atractivo".

Quien sí declinó defender su doble título mundial fue Anna Muzychuk. La ucraniana hizo público en su cuenta de Facebook un comunicado en el que aseguraba que no acudiría al país árabe porque se negaba a sentirse como "una criatura de segunda" y de igual forma rechazaba la tentación de la bolsa de premios. "Estoy lista para defender mis principios y saltarme el Mundial, en el que podría ganar más dinero que en una docena de torneos", argumentó Muzychuk.

'Gens una sumus'

El lema de la Federación Internacional, en el que se presume de ser una familia, no es para todos sus miembros. "Muchas veces la FIDE no tiene en cuenta las decisiones de los jugadores para establecer las sedes de los campeonatos", indica Sabrina Vega.

Es lo que ocurrió con la familia ajedrecística de Israel, a la que no se le tuvo en cuenta para esta competición. Automáticamente, tras establecer el Mundial en Arabia Saudí quedaban expulsados los israelíes porque el gobierno árabe no tramita visados con Israel. Una decisión cuanto menos sorprendente cuando el vicepresidente de la FIDE, Israel Gelfer, es hebreo.

Tampoco los jugadores, indiferentemente de su sexo, se comportan como una familia. La mayoría de los hombres ajedrecistas, al no verse afectados por las medidas machistas de Arabia Saudí no han tenido en cuenta la decisión de la federación internacional.

La campeona grancanaria argumenta que "un guiño por parte de cualquier hombre al que no le hiciera falta el reconocimiento deportivo o económico hubiera sido recibido de manera positiva", y añade que "hasta que los hombres no se pronuncien, esta montaña no se va a llegar a mover por el granito de arena que aporte una mujer", sentencia.

Desde otro prisma hay que tener en cuenta que desde la parte femenina hay jugadoras que se pronuncian a favor de realizar el campeonato bajo las medidas en las que se lleva a cabo en Arabia. "Algunas defienden que por qué no habría que apoyar estas condiciones, cuando en otros países más abiertos moralmente no se llega a valorar el ajedrez como se merece", desliza Vega.

La misma directora de la Comisión de Mujeres Ajedrecistas y excampeona mundial, Susan Polgar, antepone el respeto por las tradiciones de los países en los que se disputan las competiciones internacionales que la moralidad que se deriva de ellas. "He viajado a más de sesenta países y siempre me ha gustado vestir según sus hábitos", expresó en una entrevista en el diario inglés 'The Telegraph' en septiembre de 2016.

Al respecto, Sabrina Vega opina que la Federación Internacional debería "representar a toda la comunidad ajedrecística a la hora de elegir según qué sedes", más allá de los códigos culturales, "a las que respeto todas, pero diferenciando el espacio deportivo", subrayó.

A partir de ahora se abre una encrucijada moral para Sabrina Vega en el futuro de su carrera deportiva y que valorará con su equipo. "Tanto con Matnadze -subcampeona de España-, como con David Martínez -el entrenador-, mantenemos una relación muy estrecha y decidiremos qué es lo mejor para todos", sentenció.

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