La recesión económica está pasando factura a los puertos de Las Palmas. En el primer trimestre de este año el tráfico total permaneció prácticamente inalterable, con sólo un 0,74% de incremento con respecto al mismo periodo del año anterior debido a los descensos generalizados registrados en el tráfico de mercancías destinadas al consumo interno. El equilibrio en la estadística final se ha conseguido gracias al tráfico internacional de contenedores, que supone cerca del 70% del movimiento de mercancías en La Luz.

Uno de los datos sintomáticos de la bajada de la demanda interna es el de los graneles sólidos, integrados en su mayoría por los materiales que utiliza la construcción. El descenso en este capítulo a nivel provincial ha sido del 18%, aunque en Arrecife registró una caída del 35% y en Puerto del Rosario del 25%. Como consecuencia de la recesión en los puertos de las islas no capitalinas el movimiento de contenedores registró un descenso del 0,97%.

Mientras el puerto capitalino se mantuvo con el mismo tráfico de contenedores que el pasado año (330.261) no así sucedió en los puertos no capitalinos, ya que en Arrecife el descenso fue del 14,19% y en Puerto del Rosario del 22,83%. El mes de marzo ha sido el que ha experimentado las mayores caídas.

Otras cifras de la estadística portuaria que sí arrojan saldos positivos son las referidas al avituallamiento, con un 13,54% de incremento. Hay un incremento del combustible (475.582 toneladas y un 6,11% de subida) y del agua (69,73%).

El tráfico de pasaje también experimentó en el primer trimestre del año ascensos generalizados tanto en el número de pasajeros, como de cruceristas y de automóviles. En el caso de los pasajeros de cruceros turísticos el aumento fue del 47,33%, pasando de 121.066 pasajeros en el primer trimestre de 2007 a 178.361 en 2008. El número de buques también tuvo una subida del 4,51%, impulsado sobre todo por el tráfico de mercantes (7,25%), ya que los pesqueros continúan con su línea descendente (-17,55%).

El comportamiento de la pesca continúa siendo diferente en función de si es congelada o fresca. Ésta última tuvo un descenso del 51,96% en el primer trimestre, mientras que la pesca congelada subió un 15,72%.