Álvaro Arvelo fue ayer designado por unanimidad nuevo presidente del Consejo de Administración de CajaCanarias, en sustitución de Rodolfo Núñez, culminando así un proceso que se inició el pasado 28 de abril, cuando dimitió como director general de la entidad tras 20 años en el cargo.

Arvelo reconoció que se sentía "muy feliz" tras culminar un proceso de renovación "muy duro", pero del que CajaCanarias ha salido "fortalecida tras tanta tensión", y mostró su "optimismo" para afrontar una "no muy favorable" situación económica que, en todo caso, "esperamos que se solucione a lo largo de 2008".

Además, afirmó que no le quita el sueño el siempre recurrente conflicto de la fusión con la grancanaria Caja de Canarias, porque "somos igual de grandes por separado que juntas, y no llegaremos a más que una entidad mediana con respecto a cualquiera de la Península".

Arvelo estará acompañado en su equipo por José Miguel Rodríguez Fraga (secretario insular del PSC de Tenerife y alcalde de Adeje), Nieves Dávila (alcaldesa de San Andrés y Sauces) y Maribel Oñate (concejal del PP en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife), lo que demuestra que ha concitado el aval de las tres principales fuerzas políticas del Archipiélago.

Respecto a la politización en la que ha estado envuelta la renovación de los órganos rectores de CajaCanarias, con el intento de Adán Martín de darle la batalla por la Presidencia de la entidad, Arvelo afirmó que "yo tengo mucho respeto a una persona que ha sido lo que ha sido, pero reconozco que el proceso ha sido complicado", aunque también ha servido para "palpar la sensibilidad que la sociedad en general tiene hacia CajaCanarias", lo que pone a la entidad con "el listón muy alto".