Ángel Ferrera, presidente de Toyota Canarias, que dirigió hace años la patronal de Las Palmas y también la Cámara de Comercio de Las Palmas, instó ayer a los dirigentes de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE) y de la Cámara a que recuperen la complementariedad que mantenían en el pasado entre ambas organizaciones, porque "sólo si mantienen un frente común, el Gobierno canario les tomará en serio y respetará sus decisiones".

Ferrera, en una extensa entrevista realizada por el director general de Editorial Prensa Canaria, Guillermo García Alcalde, y emitida ayer por Radio Canarias, recordó que cuando él presidía la Cámara y Alberto Cabré la patronal de Las Palmas planteaban las cuestiones en un frente común, y así "las opiniones empresariales las llegaba a asumir el Gobierno".

El empresario insistió en que "el Gobierno de Canarias aprovecha esa falta de unidad que transmiten los empresarios de Las Palmas para desatender las sugerencias patronales". También echó en falta Ferrera una mayor confidencialidad de los debates internos que se producen en la patronal y en la Cámara. En este sentido, manifestó que "no es conveniente que se produzcan filtraciones de estos debates porque deben tratarse como los asuntos de cualquier consejo de administración de una empresa".

Criticó que en muchas ocasiones no se hayan debatido más los asuntos para evitar llegar a los juzgados para dirimir cosas que debieron resolverse en el seno patronal. Con todo, Ferrera aseguró que los miembros del actual comité ejecutivo de la Confederación de Las Palmas están demostrando que son capaces de resolver esas cuestiones que algunos empresarios plantean aisladamente y están haciendo que se antepongan los intereses generales.

Ángel Ferrera reconoció que muchos empresarios le han pedido que vuelva al movimiento empresarial, pero tiene claro que "las segundas partes nunca fueron buenas", y afirmó que "a estas alturas de mi vida" prefiere dedicarse a sus negocios, no sólo vinculados al automóvil sino también a las energías renovables y a otros proyectos. Confesó no obstante que se ha sentido halagado por este interés, aunque "no entra en sus planes dirigir ninguna organización patronal".

En estos años no han faltado otras ofertas, de forma que se ha sentido "tentado por la política" y en algún momento se lo han planteado desde distintos partidos liberales con insistencia, aunque finalmente no decidió dar el paso.

Ángel Ferrera concluyó recordando que quizás se tomó en serio el consejo de Domingo Alonso, abuelo de su mujer, que le dijo: "Política y negocios son malos compañeros".