La Naviera Armas denunciará ante los tribunales al Gobierno de Canarias ante la imposibilidad de la compañía de operar entre Agaete y Santa Cruz de Tenerife.

Esta empresa, dirigida por Antonio Armas, ha agotado ya todas las vías ordinarias para tratar de entrar en una línea que explota en la actualidad Fred. Olsen. "Llevamos más de diez años escuchando promesas e intentando posicionarnos en una ruta que mueve un millón de pasajeros al año", aseguró ayer el responsable de Armas, quien dice no entender "cómo es posible que un puerto público sea de uso exclusivo de una sola empresa". En este sentido, el naviero adelanta que "ya hemos empezado los trámites judiciales para demandar al Gobierno de Canarias con el único objetivo de que nos dejen seguir trabajando por Canarias". Una medida extrema "que va en contra de nuestra filosofía, pero que no tenemos más remedio que adoptar".

Entre los argumentos que defiende Antonio Armas destaca un abaratamiento de las operaciones, ya que en la actualidad "llevamos pasajeros a Tenerife con incremento del 100% anual y a mitad de precio y haciendo el doble de millas". El presidente lamenta que se le "arranque" a los pasajeros de Gran Canaria la posibilidad de hacer el trayecto en barcos mejores y a mitad de precio.

ESFUERZOS. Además, y respecto a las tarifas marítimas, Armas destaca que en Canarias son hasta tres veces más baratas que en otros lugares con igual coste de barco y combustible. "Estamos haciendo grandes esfuerzos sin compensación alguna. Unas líneas son rentables y otras no lo son", continúa, para añadir "que si las sumas, en la mayoría empatas o pierdes". Pese a ello, el presidente de esta empresa, que supera ya los 65 años de existencia, anuncia que invertirá más de 500 millones de euros en la construcción de cuatro nuevos barcos que estarán operativos en apenas tres años.

Asimismo, Armas pide una modificación de la subvención al transporte, "ya que el actual modelo distingue entre residentes de primera y de segunda". A su juicio debería aplicarse una ayuda fija como en Madeira "porque es injusto que cuanto más sea el importe del billete más subvenciones se reciban".

El presidente de Armas también realizó ayer una encendida defensa del buque Assalama y de la tripulación que tiene bandera panameña y que está bajo la jurisdicción española y por ende de la capitanía marítima.

"Profesionales que supervisaron rigurosamente el barco antes de comenzar a operar con Tarfaya", sostiene Armas. "Todo pasó en décimas de segundo y se actuó de la mejor manera". En el rescate nadie corrió peligro y "nos volcamos para atender las demandas de los pasajeros de inmediato". De hecho, la compañía contrató cuatro vuelos para que regresasen los afectados a los que, incluso, se les han adelantado 1.800 euros para compensar los inconvenientes, a la espera de que la aseguradora tramite las indemnizaciones. Además, se les brindaron dos semanas pagadas para alquilar un automóvil en las Islas.

Armas también reconoce "las muchas complicaciones" que han surgido desde un principio para establecer la línea a Tarfaya en la que "estamos esperanzados que funcione", aunque también "es fundamental que se acondicionen mejor las instalaciones aparte de habilitar un puesto de inspección fronteriza de una vez por todas". Una limitación que sólo permite a Armas transportar pasajeros y coches y que hace deficitaria la línea. Las estimaciones apuntan que esta línea suponía unas pérdidas de unos 200.000 euros.