La Caja Insular de Ahorros de Canarias (La Caja) adelantó ayer que realizará una dotación específica para insolvencias con cargo a los resultados de este año para "adelantarse por prudencia financiera" al impacto derivado de la solicitud de suspensión de pagos comunicada el pasado martes por la constructora Martinsa-Fadesa, que le adeuda más de 26 millones de euros (4.326 millones de las antiguas pesetas).

Fuentes oficiales de la entidad aseguraron ayer que al presentar Martinsa-Fadesa el concurso de acreedores, los créditos pendientes pasan a considerarse dudosos, por lo que debe destinar un 25% del importe de la deuda a provisiones para insolvencias, es decir, unos 6,5 millones de euros.

Las mismas fuentes explican que La Caja forma parte de un crédito sindicado junto a otros 44 bancos que participan en el sindicato bancario que refinanció 4.000 millones de euros de deuda a Martinsa-Fadesa hace dos meses. De ese total, el 0,7% corresponde al préstamo de La Caja.

En la entidad están tranquilos porque el grupo inmobiliario tiene un patrimonio de casi 10.000 millones de euros, que da garantías de pago a los agentes implicados. Por ello, entidades como la Caixa, Caja de Madrid o el Banco Popular también han notificado dotaciones para anticiparse al impacto del concurso voluntario de acreedores.

Asimismo, los bancos sondeados por este periódico defienden una postura no intervencionista del Gobierno en el procedimiento concursal en el que ya se haya inmerso Martinsa. Las fórmulas bancarias existentes son los mejores garantes, aseguran.