Por provincias, Vizcaya, Guipúzcoa y Barcelona siguen siendo las más caras, a pesar de los descensos en los precios.

Según hogaria.net, una web especializada en la ventas y alquiler de viviendas de todo tipo, los precios de los apartamentos de segunda mano acumulan un descenso en lo que va de año de un 2,3 por ciento, destacando sobre todo la caida de las provincias de Albacete (3,1 por ciento menos), Huesca (2,9 por ciento menos), Toledo (dos por ciento menos), Barcelona (1,9 por ciento menos), y Cáceres (1,8 por ciento menos). A pesar de ello, Barcelona sigue siendo una de las provincias más caras de España.

Por el contrario, las provincias que sufrieron los mayores incrementos de precios fueron Sevilla (2,9 por ciento más), Córdoba (2,8 por ciento más), Segovia (1,7 por ciento más), Lugo (1,2 por ciento más) y Zaragoza (1,1 por ciento más), que rompen con la tendencia bajista que sufre el mercado, pero que no es suficiente para evitar que en total, en el mes de julio, el precio de la vivienda de segunda mano descendiese un 0,2 por ciento, estableciendo el precio medio en 2.166 euros por metro cuadrado.

BARCELONA ES LA CIUDAD MÁS CARA

Si se consideran las capitales de provincia, Barcelona es la más cara de todas, con un precio medio por metro cuadrado en la vivienda de segunda mano de 4.054 euros, pese a registrar un espectacular descenso del 8,7 por ciento. Le siguen San Sebastián, con un precio medio de 4.037 metros y un descenso del uno por ciento; Bilbao, con 4.015 euros que se mantienen estables; Madrid, con 3.763 euros y un descenso del 0,7 por ciento; y Vitoria, con 3.107 euros por metro cuadrado y un pequeño descenso del 0,4 por ciento.

Por el contrario, las capitales de provincia con los precios más bajo fueron León y Ourense, con 1.439 euros por metro cuadrado, descendiendo un uno y un 1,1 por ciento respectivamente; Zamora, con 1.675 euros y un descenso también del 1,1 por ciento; Badajoz, con 1.690 euros y un descenso del dos por ciento; y Ávila, con 1.759 euros y un aumento del dos por ciento.

Los mayores descensos de precio correspondieron a Huesca, con una caída del once por ciento; Sevilla, que cayó un diez por ciento; la ya nombrada Barcelona, con un 8,7 por ciento; y Cáceres, que descendió un 7,4 por ciento. Por contra, las que más subieron fueron Lleida, con un 3,3 por ciento de crecimiento; Zaragoza, con un 2,2 por ciento y Ávila, con un dos por ciento.