Industria justifica esta subida por el incremento del coste de la materia prima (18,9 por ciento) y de los peajes (1,2 por ciento) y calcula que supondrá un euro más en la factura mensual de un cliente medio sin calefacción.

Tras la liberalización del sector el pasado 1 de julio, Industria fija los precios máximos que pueden cobrar las empresas comercializadoras a los consumidores que pueden acogerse a tarifas, denominadas de último recurso, y que deben reflejar el coste real de la materia y los peajes de acceso.

En lo que va de año, el precio del gas se ha incrementado en un 19,6 por ciento.

Para el primer trimestre del año, Industria aprobó una subida media del 4,7 por ciento, a las que se sumó un incremento del 2,14 por ciento en abril y del 3,19 por ciento en julio.

En esta revisión, Industria ha introducido cambios en la fórmula de cálculo al considerar que la empleada hasta ahora no reflejaba con precisión la evolución del precio de la materia prima.

Por el contrario, la Comisión Nacional de la Energía (CNE) había propuesto mantener el sistema de cálculo anterior, lo que se hubiera traducido en un incremento medio del 5,1 por ciento.

Por modalidades, el precio máximo de la tarifa T.1 (los usuarios con menores consumos), sube un 7,5 por ciento de media frente a la última revisión de julio.

Para los consumidores de la tarifa T.2 (hogares que consumen entre 5.000 y 50.000 KWh al año), la subida media es del 9,1 por ciento.

En la T.3, en la que se encuentran pymes que consumen entre 50.000 y 100.000 KWh anuales, el aumento medio es del 11,1 por ciento.

Para la T.4, a la que se pueden acoger pymes con mayor consumo de gas, la subida media es del 13,3 por ciento.

Industria recuerda que las compañías suelen aplicar descuentos a estas tarifas máximas y subraya que si estas tarifas no reflejan los costes, serían las compañías las que tendrían que hacer frente las pérdidas y se pondría en "riesgo" la seguridad de suministro.