La Caja Insular de Canarias podría pertenecer a un grupo bancario con 35.785 millones de euros en activos si finalmente se materializa su integración en una plataforma con los actuales miembros de la denominada Asociación Técnica de Cajas de Ahorros (ATCA).

Ese eventual grupo dispondría, además, de casi un millar de oficinas distribuidas en alrededor de una decena de provincias y una plantilla de casi 3.500 trabajadores.

La renuncia al proceso de fusión permitiría mantener la marca a cada una de ellas, y sus respectivas redes de sucursales y Obra Social.

La plataforma, que estaría formada por, además de la caja canaria, la Caja de Ahorros de la Inmaculada de Aragón (CAI Zaragoza), Cajarioja y Caixa Sabadell, superaría el monto de activos que sumaría la entidad grancanaria con los de su homóloga tinerfeña, Cajacanarias. Ambas entidades canarias apenas sobrepasarían los 22.500 millones de euros, las 435 oficinas repartidas en el Archipiélago y una plantilla de 2.653 trabajadores. Como ha publicado este diario, la entidad que preside Juan Manuel Suárez del Toro baraja su integración en una plataforma de entidades de ahorro, junto con otras de la Península.

Hasta ahora, ésa se apunta como la alternativa de mayor peso de La Caja en el contexto de la actual reordenación bancaria estatal, pues la confluencia de las dos cajas del Archipiélago cuenta con reticencias.

El presidente de CajaCanarias, Álvaro Arvelo, nunca ha escondido su rechazo a una fusión obligada, mientras que el máximo responsable de La Caja, Juan Manuel Suárez del Toro, ha apostado desde su toma de posesión por la confluencia.

Con 1.050 empleados y 184 sucursales, se sitúa en términos comparativos en un lugar medio en el grupo de la ATCA, en el que Cajarioja no llegó en 2008 a los 4.000 millones de activos (3.717), con 513 empleados y 122 sucursales; y en el que despunta Caixa Sabadell, que llegó a los 12.318 millones en activos, 1.825 empleados y 379 oficinas, en el mismo año. Esos indicadores crecerían, pues esta caja prepara una fusión con otras catalanas.

Precisamente, Caixa Sabadell presentó el pasado 30 de junio ante el Banco de España, junto a las cajas de Terrassa y Manlleu, el proyecto de fusión en el que trabajan, dando así el primer paso formal hacia una integración que continúa abierta.

En una posición ligeramente superior a la canaria, la Caja de la Inmaculada dispone de 10.403 millones de euros en activos y 250 oficinas (según su memoria anual de 2007).

Mientras, en el resto del Estado ya se constatan movimientos después de que las cajas gallegas hayan empezado a trabajar, no sin controversia, en el escenario de una hipotética fusión, y en la Comunidad Valenciana repitan ese escenario la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) y Bancaja.

Y eso, en un contexto en el que dos de cada diez cajas españolas se muestran dispuestas a analizar las posibilidades que existen en el mercado para acometer una fusión, procesos que se han intensificado en las últimas semanas.