El Fondo de Garantía Salarial (Fogasa), organismo encargado de pagar los salarios e indemnizaciones a los trabajadores cuyas empresas están en quiebra o concurso de acreedores, abonó 7,8 millones de euros en prestaciones en la Comunidad Autónoma de Canarias durante el primer semestre de 2009. En todo el Estado, la cifra es de casi 375 millones de euros en la primera mitad del año, lo que supone un incremento del 86,1 por ciento respecto al mismo periodo de 2008, según el Ministerio de Trabajo e Inmigración.

Del total abonado en el primer semestre, casi 281 millones correspondieron al pago de prestaciones por insolvencia y unos 95 millones al pago de prestaciones por regulación, con subidas del 62,2 por ciento y del 235,9 por ciento, respectivamente, sobre igual periodo de 2008.

Las prestaciones por insolvencia incluyen el importe de las indemnizaciones y salarios pendientes de pago motivados por declaración de insolvencia en los juzgados de lo Social, suspensión de pagos, quiebra, concurso de acreedores y fuerza mayor, así como los salarios de tramitación acordados por la jurisdicción competente.

Por su parte, las prestaciones por regulación recogen, únicamente, las indemnizaciones correspondientes al 40 por ciento de la indemnización legal que corresponde a los trabajadores de empresas de menos de 25 trabajadores en los casos de despido colectivo y despido por causas objetivas derivadas de la necesidad de amortizar puestos de trabajo. En la primera mitad de este año, los expedientes resueltos por el Fogasa afectaron a 32.449 empresas, un 111,6 por ciento más que en igual periodo de 2008, y a 81.182 trabajadores, un 106,3 por ciento más.

El Fogasa cerró 2008 con un superávit de 4.556,49 millones. El organismo gastó el año pasado el 81,9 por ciento de su presupuesto para prestaciones, de tal forma que el resto pasó a engrosar el remanente de este fondo.

Para 2009, el presupuesto del Fogasa para prestaciones asciende a 550 millones de euros. Si se sobrepasara esa cantidad, se recurriría al superávit, cuya cuantía actual, sin contar con el dinero que seguirá ingresando, garantizaría nueve años de prestaciones aproximadamente.