El Ejecutivo comunitario ha presentado hoy su esperado plan para gestionar la anchoa o el bocarte en el mar Cantábrico, aunque este proyecto no va a aplicarse hasta que no se recupere el caladero y se reabra a la pesca, actualmente cerrada.

Bruselas plantea cambiar, para el futuro, el calendario de fijación de cuotas de pesca, de manera que sea en junio y no en diciembre, pero la idea más novedosa consiste en sustituir la actual negociación política entre los países de la UE sobre las capturas por un sistema de fijación "automática" de la pesca.

Ese régimen consistiría en establecer una tabla, con fórmulas sobre cuáles deben ser las capturas anuales según los datos de los informes científicos de primavera, acerca de las existencias de anchoa en el caladero, según ha explicado el representante de la dirección de Pesca de la CE, Juan Pablo Pertierra.

Bruselas plantea concretamente una "regla de control" sobre los reclutamientos de peces, según los cuales la Comisión fijará, usando una fórmula concreta, las capturas anuales de la especie.

Dicha norma consistiría en fijar una prohibición automática de la pesca cuando la población de anchoas adultas en el Golfo de Vizcaya sea igual o inferior a las 24.000 toneladas.

En el caso de que las existencias oscilaran entre las 24.001 y las 33.000 toneladas -nivel considerado necesario para garantizar la seguridad biológica de la especie-, el TAC se establecería en 7.000 toneladas, que compartirían pescadores españoles y franceses.

En este supuesto, la flota de España pescaría 6.300 toneladas y la de Francia, 700 toneladas.

En general, la CE prevé que se reparta la actual clave de reparto de la pesca de anchoa (90 por ciento para España y 10 por ciento para Francia).

Si las existencias fueran superiores a las 33.000 toneladas, entonces el TAC supondría un 30 por ciento del nivel de biomasa.

Sin embargo, la pesca nunca podría ser superior a las 33.000 toneladas, que es el nivel máximo de capturas que se ha registrado históricamente.

Según la CE, al desplazar a junio las decisiones sobre los cupos de anchoa, apenas habrá diferencias de tiempo entre los dictámenes científicos y el inicio de la temporada, que sería el 1 de julio.

El nuevo plan plantea también normas de control de acuerdo con las leyes de la UE sobre permisos de pesca, sistemas de vigilancia de los barcos e inspecciones cruzadas sobre capturas.

Prevé ayuda financiera de la UE si se cierra el caladero o si los niveles de biomasa son inferiores a las 33.000 toneladas.

El plan deberá ser aprobado por el Consejo de ministros de Pesca de la UE.

La captura de anchoa en el golfo de Vizcaya está prohibida desde hace cuatro años; los últimos informes científicos situaban las existencias en unas 21.000 toneladas y apuntaban que es conveniente prolongar la prohibición hasta julio de 2010.