Las imágenes de sexo explícito en las Dunas de Maspalomas difundidas por Telecinco no han pasado desapercibidas para la comunidad gay con intereses en el sur de Gran Canaria, que ayer criticó el programa televisivo y reivindicó los ingresos que el turismo homosexual aporta a la Isla. "Se empeñan en sacar lo negativo y lo único que consiguen es criminalizar a los gays", asegura Agustín Méndez, administrador del centro comercial Jumbo, un complejo que concentra desde hace años la mayor oferta de locales de ambiente de toda Canarias.

En esa línea también se expresa Tom Smulders, que es tesorero de la Asociación de Empresarios de Alojamientos Turísticos de Las Palmas y responsable de la comisión sobre Seguridad Ciudadana. Según Smulders, los visitantes homosexuales generan el 12 por ciento de los ingresos turísticos en Gran Canaria.

La misma opinión comparte el presidente de dicha asociación, Ángel Martel, pues considera que "un porcentaje grande" de ese turismo "mantiene Playa del Inglés y los presupuestos de las instituciones públicas". Sin embargo, Martel rechaza que la emisión de imágenes de sexo explícito entre homosexuales en las Dunas responda a una especie de "complot televisivo" para "denigrar la imagen turística" isleña, tal como han denunciado las administraciones canarias en respuesta a esos programas, sobre todo después de que otra cadena de televisión -Antena 3- difundiera recientemente otro pintoresco reportaje sobre los usos y costumbres de algunos usuarios en plena costa grancanaria.

"Me parece ridícula la postura que han adoptado el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, el Cabildo y el Gobierno de Canarias", se queja Martel, "porque en ese programa no vi a ningún actor y sí la realidad de lo que ocurre en una zona concreta del sur de Gran Canaria". El presidente del sector extrahotelero añade que "el problema está en la gestión y el control de los espacios públicos".

De hecho, la práctica de sexo furtivo en las Dunas de Maspalomas no es un fenómeno reciente. Este periódico lo denunció hace un año y el Cabildo anunció medidas para vigilar el acceso a las Dunas, entre otros motivos porque constituyen un espacio natural protegido sobre el que pivota la promoción turística insular. Hasta el momento no se ha tomado ninguna medida en ese sentido.

Ayer muchos turistas se adentraban en el paraje en busca de sexo. Entre ellos Eduardo, un peninsular que viene con frecuencia a la Isla atraído por ese clima de promiscuidad entre matorrales. Otros homosexuales locales admiten que a las Dunas "no se va a ver lagartos ni plantas", aunque aclaran que los escarceos amorosos se producen en "recovecos" alejados de Playa del Inglés.