La intervención estatal tras la quiebra de la banca privada de inversión Lehman Brothers, de la que hoy se cumple un año, agravó los problemas crediticios de las entidades financieras, según el Observatorio de Coyuntura Económica (OCE) del Instituto Juan de Mariana.

El último boletín del OCE, correspondiente al tercer trimestre de 2008, concluye que la alternativa privada al rescate público de entidades podría haber evitado tanto la caída de Lehman como el colapso del sistema financiero, con lo que fue peor el remedio que la enfermedad.

Según este informe, el aumento del gasto público agudizó los problemas crediticios y trasladó la crisis desde el ámbito financiero a la economía real, con lo que al descenso del consumo siguió el "desbocado crecimiento del desempleo".

De no haberse aprobado inyecciones de dinero público, los inversores habrían acudido al mercado para adquirir bonos corporativos de alta calidad emitidos por los bancos.

El informe reconoce que el rescate de las entidades financieras desde medios privados hubiera exigido grandes sacrificios a los bancos, pero puntualiza que estas inversiones se hubieran hecho con la vista puesta en la rentabilidad y no de manera indiscriminada, sin distinguir entre bancos viables y los que no lo eran.