- Vivimos en una situación de gravísima crisis que ha afectado al sector en Canarias con caídas en las ventas por encima del 60 por ciento, muy por encima de lo ocurrido en el resto de España? ¿Cómo se explica que en Canarias esa caída sea tan alta?

- Pues igual que se explica que el resto de las cifras macroeconómicas de Canarias tengan una desviación similar.

- Han perdido ustedes mil empleos en Canarias ...

- Sí, pero yo creo que la mayor parte de la destrucción de empleo ya se ha llevado a cabo. Si el mercado estuviera cayendo más, estaríamos ante la necesidad de cambios en la estructura propia del negocio desde su misma base. Si se pierde más empleo, tocará a lo que es parte de los nervios de este negocio. No habría sólo que ajustarse a un tamaño de mercado diferente, sino que cambiaría el concepto mismo del negocio.

- Esa pérdida de empleo ha sido de un treinta por ciento en las islas.

- Yo creo que es incluso superior a esa cifra.

- ¿Cómo se hace frente a la crisis en las empresas del sector?

- Pues tenemos la dificultad de contar con empresas que llevan mucho tiempo. Empresas más jóvenes suelen ser más dinámicas y flexibles, y en las del sector, instaladas en las islas desde hace mucho tiempo, todo esto está exigiendo un cambio cultural. El nuestro no ha sido un sector con grandes picos, con grandes crecimientos o caídas, sino que ha crecido y creado empleo de forma estable y continuada. Y ahora hay que hacer frente a una situación nueva.

- Las administraciones se han mojado con el sector con el Plan 2000E...

- El Plan 2000E ha estado mal concebido desde su origen: el Gobierno de España embarcó a las marcas y a las Comunidades Autónomas sin consultarlas previamente en un plan en el que la aportación del Gobierno se reducía exclusivamente a 500 euros. Las consecuencias de esta situación no mejoran en su aplicación ya que inevitablemente la reacción de las comunidades autónomas es tardía y deben realizar esfuerzos para liberar recursos en un momento especialmente grave de caída de ingresos. De todas formas, esto no es una medida de protección al sector, sino de incentivación del consumo. En otros sectores se ha apoyado a las empresas, pero aquí se ayuda al cliente a comprar, y quienes más aportan son las marcas.

- ¿Podría decirse que en Canarias existe una industria del automóvil?

- No los fabricamos, pero es verdad que una de las principales fuentes de exportación son los automóviles. Canarias exporta alrededor del veinte por ciento de los automóviles que importa. Si no tenemos una industria de fabricación, pero sí exportamos, es porque no se ha planteado hasta ahora. Pero si podemos traer el vehículo completo para venderlo luego fuera, igual podría hacerse con los componentes. Sería igualmente asumible.

- No hay demasiadas empresas canarias que tengan vínculos privilegiados con empresas multinacionales. Su vínculo con Toyota les permite una información de privilegio sobre hacia donde camina el mundo del automóvil.

- Hombre, hay marcas que son casi símbolos patrióticos, como ocurre con General Motors en Estados Unidos, y que los Estados van a intentar mantener contra viento y marea, porque lo están pasando muy mal. Y hay otras, yo creo que Toyota entre ellas, que no ven comprometido su futuro a medio plazo. De hecho, los planes de producción de vehículos con introducción de nuevas tecnologías se mantienen intactos. Yo creo que hay dos maneras de vivir la crisis: la de quienes ya venían con una crisis importante, fruto de competir por fabricar y no de competir por vender. Esa corriente de que quien más fabricaba era el más importante, ya está pasando. El sector busca la eficiencia y la competitividad desde la fabricación, y yo creo que el sector va a cambiar, con procesos de unificación de marcas. Pero irrumpen factores nuevos, como la industria china y la india, que no sabemos como afectará a la recuperación de las grandes marcas.

- ¿Y Brasil? Brasil está reconvirtiendo toda su tecnología del alcohol en otra dirección...

- Brasil es ya un mercado muy importante. El cambio del alcohol a la gasolina abre un mercado de una potencialidad enorme. Pero en Brasil no tienen marca propia. Y ya sabe usted que en donde existen marcas locales, suelen darse actuaciones muy proteccionistas.

- Toyota trabaja desde hace tres décadas por opciones de automoción que reducen el impacto de CO2 en la atmósfera. Hasta ahora, descartada la opción del coche eléctrico, la apuesta más clara son los híbridos. ¿Falta mucho para el hidrógeno?

- La capacidad de fabricar coches de hidrógeno en masa, y que sean asumibles en términos de coste, es aún lejana...

- Por las pilas, supongo

- Sí, sobre todo por las pilas, pero es que tanto la electricidad como el hidrógeno implican un cambio absoluto en la filosofía de la conducción. Un cambio que requiere inversiones y cambio de mentalidad, y que requiere mucho tiempo.

- ¿Pero tenemos ese tiempo? ¿Hay reserva de combustibles fósiles para ese tiempo?

- No. Yo creo que la apuesta de los híbridos es la clave. Bajar los consumos a litro y medio, como se conseguirá bajar, es la clave. Porque los vehículos híbridos se autocargan de electricidad sin necesidad de consumir más recursos fósiles y reduciendo la contaminación. Y eso en Canarias, dónde dependemos tanto de los combustibles fósiles es vital.

- Todas las marcas insisten mucho en el medio ambiente...

- Sí, pero las soluciones tienen que venir de la mano de la tecnología, no del marketing. El marketing puede tranquilizar la conciencia de los consumidores, pero no reduce las emisiones de CO2.

- ¿Por qué se ha posicionado el sector del automóvil de una forma tan radical en contra del tren de Gran Canaria?

- Yo creo que los posicionamientos radicales no son buenos. Pero nuestra posición es que es una infraestructura que requiere demostrar su viabilidad, tanto en la inversión como en su funcionamiento posterior. Hay que evitar inversiones que den lugar a cargas insostenibles. Hay que hacer estudios muy completos antes de decidirse por el tren, y yo creo que no es lógico que esos estudios los hagan los fabricantes de trenes, porque eso malversaría los estudios. Es verdad que el sector se ha manifestado en contra, probablemente porque en el mundo actual, todos nos movemos en defensa de nuestros intereses, pero también es cierto que hay mucha gente que se ha posicionado a favor por razones políticas, sin saber si es necesario un sistema como éste sin cubrir antes otras infraestructuras para amarrar nuestra fuente principal de ingresos, que es el turismo. Con diez mil millones se podría haber comprado Spanair, y no depender de que las compañías aéreas hagan lo que quieran con el turismo, como hemos visto con Ryanair en Fuerteventura. En Canarias vamos a vivir del turismo siempre, y hay que saber si este dinero sería más útil usado de otra manera.

LAS FRASES:

"El Plan 2000E ha estado mal concebido desde su origen: el Gobierno embarcó a las marcas sin consultarlas"

"Las soluciones a los problemas del medio ambiente tienen que venir de la mano de las tecnologías, no del marketing"

"Si no tenemos una industria de fabricación es porque no se ha planteado, ya que sería igualmente asumible"