La compañía Iberia acaba de sumarse a una práctica que ya empieza a ser habitual en todo el mundo: el cobro por la facturación de la segunda maleta. De hecho, la mayoría de las líneas de bajo coste lo hacen incluso por cualquier tipo de equipaje facturado, al tiempo que establecen una casuística muy variada en cuanto al número de bultos y límite de peso que permiten, y a los recargos aplicados si se sobrepasa, lo que aconseja afinar la báscula en casa. La estrategia dominante de todas las compañías aéreas que operan en nuestro país es la de ajustar al máximo el precio teórico del billete y ofrecer al viajero diferentes servicios extras, algunos de ellos tan indispensables como puede ser el transporte del equipaje, con recargos que disparan las tarifas reales.

La medida anunciada hace unos días por Iberia, que se aplicará a los trayectos de largo recorrido, incide en un elemento sobre el que no hay criterios homologables entre las distintas compañías, pero sobre el que cada vez se tiende a igualar por arriba.

A partir del 1 de marzo, los clientes de las tarifas más baratas para estos recorridos sólo podrán facturar una maleta sin coste adicional, porque por la facturación de la segunda ya tendrán que abonar 50 euros en el caso de una reserva online (por Internet), o 60 euros en el caso de adquirir el billete y pagar en cualquier aeropuerto.

Para la segunda pieza de equipaje, el coste de facturación es de 35 ó 70 euros según se haya realizado la reserva por cada una de las fórmulas indicadas anteriormente.

Si al facturar alguna de las maletas sobrepasa los 15 kilos, el viajero que vuela con Ryanair deberá abonar 20 euros por cada kilo de exceso. Esta compañía cobra además distintas tasas extras por tramitación del billete (cinco euros); por prioridad de embarque (4/5 euros); en su caso por la remisión de la tarjeta de embarque en el aeropuerto (40 euros); o por equipamiento para bebés (20 euros).

La compañía de bajo coste EasyJet tiene estipulado una tasa de 12 euros para la primera maleta si le reserva ha sido online, y de 18 euros si se hace en el propio aeropuerto, mientras que el recargo por exceso de peso será de 18 euros por kilo si la pieza sobrepasa el límite de 20 kilos y siempre hasta un tope de 50 kilos.

Con todo, la aerolínea ofrece la posibilidad de incrementar el límite de peso del equipaje mediante un recargo alternativo, menor a los 18 euros por kilo, que se indicará a la hora de hacer la reserva y según el tipo de vuelo y tarifa que emplea EasyJet.

Por su parte, la española Vueling permite facturar hasta un máximo de 23 kilos con un recargo de 10 euros por trayecto y maleta para gestiones realizadas a través de su página web de reservas. Todo lo que ex- ceda del peso autorizado tendrá un coste adicional de 10 euros por kilo hasta un total de 50 permitidos. En la cabina, el cliente puede llevar una pieza de mano de hasta 10 kilos y dimensiones tipo (55x40x20). Si sobrepasa ese peso o dimensiones, el recargo pasará a ser de 30 euros, según la normativa que rige en Vueling.