Los consejos de administración de Iberia y Britisn Airways (BA) aprobarán previsiblemente hoy el acuerdo final -memorándum of agreement (MOA)- para la fusión de ambas compañías, que dará paso al tercer grupo aéreo de Europa, según lo acordado y cumpliendo el calendario previsto, informaron fuentes cercanas al consejo de la aerolínea.

Las mismas fuentes indicaron que ambas empresas ratificarán así la operación, que "no tiene vuelta atrás", poniendo su sello a la fusión de forma definitiva, un año y ocho meses después de que las dos aerolíneas iniciaran las negociaciones, y dentro del primer trimestre del año, tal y como estaba previsto, con lo que la nueva compañía levantará el vuelo el 1 de enero de 2011.

Según el acuerdo vinculante que fija las bases para la fusión, y que ambos consejos aprobaron en noviembre, la ecuación de canje será del 45% para la española y del 55% para la aerolínea británica, y el coste de la operación alcanzará los 350 millones de euros.

La compañía fusionada tendrá como presidente a Antonio Vázquez, mientras que Willie Walsh será el consejero delegado y el actual presidente de BA, Martin Broughton, ocupará el puesto de vicepresidente.

Se espera que la operación genere unas sinergias de aproximadamente 400 millones de euros, adicionales a las que ya obtienen de la explotación conjunta de las rutas entre España y Reino Unido.

Aunque el acuerdo no contendrá "sorpresas", fuentes próximas al consejo de administración de Iberia indicaron que faltan todavía "algunos temas por definir", pero que estos "flecos" se irán solventando sin problemas.

Entre ellos, podría figurar algún aspecto relativo al fondo de pensiones de la británica -que acumula un déficit de 3.700 millones de libras esterlinas (unos 4.100 millones de euros)-, y uno de los principales escollos de la operación.

Cláusula de salvaguarda

Iberia se ha reservado el derecho a resolver el contrato de fusión si el acuerdo final entre BA y los administradores de su fondo de pensiones no es "razonablemente satisfactorio" para la aerolínea española en el caso de que implique un "empeoramiento significativo" de las premisas acordadas.

No obstante, dado que BA llegó a un acuerdo con los sindicatos Unite, BALPA y GME con respecto a los planes de pensiones de sus trabajadores, un "paso importante" a los ojos de Iberia, la aerolínea ya dijo entonces que el calendario para el visto bueno a la operación en el consejo ordinario del 25 de marzo era "lógico", aunque la británica tiene de plazo hasta el 30 de junio para presentar una reforma de dicho fondo.

Ambas partes acordaron en noviembre fijar una penalización de 20 millones de euros para determinados supuestos de ruptura del acuerdo, que se incluirá en el acuerdo de fusión.

La nueva compañía, que tendrá como accionistas a los actuales de Iberia y British, tendrá su sede social en Madrid, mientras que la financiera y operativa estará en Londres, si bien culminada la fusión, tendrá su sede en España a efectos fiscales. El consejo de administración estará formado por 14 miembros, siete elegidos por cada una de las compañías.

El acuerdo tendrá que ser aprobado por sus respectivos accionistas y por las autoridades aeronáuticas de Reino Unido y España, además de por los organismos de competencia, que deberán pronunciarse sobre la admisión de las acciones de la nueva compañía en la cotización del índice FTSE de Reino Unido.

El nuevo grupo

La nueva Iberia-British, denominada TopCo provisionalmente, aunque se habla de otros nombres como International Airlines Group, se convertirá en el tercer grupo aéreo en Europa con una facturación aproximada de 15.000 millones de euros, contará con una flota de 419 aviones y volará a 205 destinos de todo el mundo.

Los clientes de BA dispondrán de 54 nuevos destinos, 13 de ellos en Latinoamérica, mientras que los pasajeros de Iberia accederán a 98 nuevos destinos de la red de la británica.

El nuevo grupo busca optimizar los dos hubs -centros de interconexión de vuelos- de Madrid y Londres, mejorar su posición estratégica con "un mayor tamaño y capacidad para competir y participar en futuros procesos de consolidación del sector", gracias a la presencia de BA en Norteamérica, Asia-Pacífico y África y al liderazgo de Iberia en Latinoamérica.

Concretamente, las miradas están puestas ahora en American Airlines (AA), que parece el paso lógico, una vez que el Departamento de Transportes de EEUU (DOT) ha autorizado provisionalmente la alianza comercial entre BA, Iberia y AA, y Bruselas, que debe dar también 'luz verde' al acuerdo, ha manifestado su intención de "coordinar" su decisión con las autoridades estadounidenses.