La señales de alarma comienzan a parpadear en el sector turísticos por el periódico bloqueo de los aeropuertos europeos a causa de la aparición de la nube volcánica originada en Islandia. Mientras los expertos temen que esta situación se pueda repetir esporádicamente durante unos dos años, las patronales turísticas canarias ya han cuantificado en 100 millones de euros el coste real del cierre del espacio aéreo continental durante la semana de abril en la que se inició el fenómeno.

El caos aéreo se tradujo también en un descenso de 136.532 turistas nacionales y extranjeros respecto al mismo periodo del pasado año, a lo que hay que sumar el impacto de la segunda oleada de retrasos y cancelaciones durante varios días hace dos semanas.

"De no ser por la nube del volcán ahora estaríamos hablando de cifras muy positivas de visitantes". Las declaraciones realizadas esta semana por la consejera de Turismo del Gobierno de Canarias, Rita Martín, son un presagio del nubarrón que se puede cernir sobre la principal locomotora económica del Archipiélago en un futuro inmediato por circunstancias puramente naturales. Curiosamente, por un volcán de Islandia, el mismo país en el que se inició este año una de las campañas más ambiciosas emprendida por el Gobierno de Canarias.

"El volcán nos ha chafado el mes de abril, y va a pasar lo mismo con mayo". Las palabras del presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo, Fernando Fraile, reflejan que el sector está "muy preocupado" por este fenómeno, en un año en el que los empresarios comenzaban a levantar cabeza.

Pese a que abril y mayo son meses tradicionalmente de baja actividad y las compañías han dispuesto para este verano un 14% más de plazas de avión para volar a Canarias, el mayor temor del sector es que este tipo de contingencias se repita con más frecuencia de la deseada. "Muchas personas tienen el periodo justo de vacaciones y si esta situación se repite es muy probable que los turistas opten por destinos próximos. Por eso puede ser tan peligroso", añade.

De momento, las cenizas ya han causado estragos en las cuentas de resultados. Las patronales turísticas cifran en 100 millones el coste económico y el lucro cesante que supuso el bloqueo de viajeros durante una semana en abril. A esta cantidad habría que sumar los días de este mes en que se repitieron los problemas, aunque su efecto ha sido bastante inferior.

AENA cifró en 880 vuelos de salida y 167.312 pasajeros afectados por el primer fenómeno en abril. Incluso con estos números, la disminución de turistas fue menor de la esperada. Según Frontur, el mes pasado se registró una merma de un 15,9% de turistas españoles y extranjeros sobre el año pasado, lo que supuso 136.532 visitas menos.