El Partido Popular, en Madrid y en Canarias, conservaba hasta la misma mañana de ayer la esperanza de que los dos diputados de CC cambiaran el sentido del voto y finalmente se opusieran al real-decreto ley de medidas extraordinarias de ajuste del gasto público.

José Manuel Soria, líder del PP en las islas y socio de los nacionalistas en el Gobierno de la comunidad autónoma, aseguraba ayer no entender la estrategia de CC; el empeño de mantener "artificialmente" a Zapatero aun cuando hay sectores nacionalistas molestos con el trato que se dispensa a las islas. "Sólo CC mantiene hoy que no hay que cambiar el Gobierno" de la nación, dijo, en referencia a que Convergencia y Unión (CiU), que también se abstuvo en la votación de las medidas, reclamó al presidente la convocatoria de las elecciones.

"Si en España seguimos con este Gobierno es porque esta mañana [por ayer] pudo sacar el decreto". Ni Soria ni el líder nacional, Mariano Rajoy, con el que estuvo reunido tras la sesión del Congreso, acaban por entender la postura de CC. Especialmente, señaló, porque "Zapatero no ha cumplido un solo compromiso con Canarias. No lo ha hecho con el plátano, ni con el supertelescopio de La Palma ni con el Plan Canarias. Con todo nos ha dejado tirados".

Soria, que asegura que sus críticas a la estrategia de CC en Madrid nada tienen que ver con el pacto en las islas, advierte que las medidas de recorte del déficit van a perjudicar a Canarias en tal medida que la tasa de paro crecerá hasta el 30%, desde el 27,7% actual, debido a este "tremendo tijeretazo".

Sin un cambio de Gobierno en España "no habrá manera de reactivar la economía, porque lo que se necesita es recuperar la confianza que ha perdido Zapatero". Insiste en que 2011 será otro año perdido y de agravamiento de la situación de crisis económica.

Por su parte, el consejero de Empleo de Gobierno de Canarias, Jorge Rodríguez, coincide con el líder popular en que las medidas antidéficit no reactivarán la economía ni servirán para incentivar el empleo en tanto no se acometa una reforma laboral, otra financiera y otra de las administración pública. "Pero eran necesarias; de otra forma iríamos directos a la bancarrota".

De ahí el sentido de la votación de los diputados nacionalistas: "No apoyamos las medidas pero tampoco queremos la quiebra del país", explicó Rodríguez, al tiempo que reclamó un pacto de Estado "porque el PSOE es el problema, pero el PP no es la solución".