Los países europeos se han visto abocados en las últimas semanas a poner en marcha planes de ahorro sin precedentes para recortar el déficit que, impulsado por la crisis económica, se ha convertido en el caballo de batalla de sus economías y en la principal amenaza del euro.

Las medidas, adoptadas casi todas ellas tras la puesta en marcha del rescate de Grecia de la bancarrota y la creación de un fondo de 750.000 millones de euros para eventuales situaciones de emergencia, incluyen recortes salariales a funcionarios y políticos, la subida de impuestos y la congelación de las inversiones públicos.

GRECIA

Tras anunciarse su posible bancarrota, el Parlamento griego aprobó en mayo un plan para ahorrar 30.000 millones de euros en tres años, con medidas acordadas con el FMI y la Comisión Europea para reducir el déficit público este año al 9% desde el actual 13,6%,.

Entre las medidas se incluye la congelación de los salarios de los funcionarios públicos al menos tres años y la eliminación de las dos pagas extras para quienes ganen más de 3.000 euros al mes y para las pensiones de más de 2.500 euros.

Además de paralizar las contrataciones de empleados públicos, se ha aumentado el IVA en dos puntos, hasta el 23%, y los impuestos sobre tabaco, alcohol y combustibles, se han congelado las inversiones y se privatizarán numerosas empresas públicas

PORTUGAL

Desde febrero se han anunciado en Portugal tres paquetes sucesivos para reducir el déficit desde el 9,4% de diciembre de 2009 hasta el 7,3% este mismo año, el 4,6% en 2011 y el 2,8% en 2013.

Las principales medidas, algunas ya en vigor y otras desde junio, son el recorte del 5% de salarios de altos cargos y políticos, la congelación del salario de los funcionarios y trabajadores de empresas públicas y la reducción del personal de la administración.

El impuesto de la renta aumenta el 1% o 1,5%, según ingresos, el IVA general pasa del 20% al 21%, se crea un nuevo impuesto a las plusvalías bursátiles del 20% y se aplazan las obras públicas no contratadas, excepto el tramo más largo del tren de alta velocidad con España.

ESPAÑA

El Gobierno español anunció el pasado miércoles un duro plan de ajuste para reducir en 15.000 millones de euros más el déficit público, que ya estaba previsto rebajar en otros 50.000 hasta 2013, con el fin de pasar del actual 11,2%, al 9,3% este año, al 8,8% en 2011 y al 5,3% en 2012.

Las últimas medidas contemplan la reducción del sueldo de los funcionarios un 5 por ciento de media y en un 15 por ciento el del jefe del Ejecutivo y los ministros, la congelación de las pensiones en 2011 y un recorte de unos 6.000 millones de euros en infraestructuras.

Estas disposiciones se complementan con una subida del IVA en dos puntos (del 16 al 18%) y la prohibición a los ayuntamientos a que sumen más deuda a partir de 2011.

ITALIA

El Ejecutivo italiano tiene previsto congelar durante tres años los sueldos de los funcionarios, a la vez que se paralizan las contrataciones en el sector público, como una de las medidas para reducir el déficit del 5,3 por ciento previsto para este año al 5 por ciento en 2011.

A la rebaja de sueldos de los altos cargos entre el 5 y el 10 por ciento, se sumará un recorte de gastos del 10 por ciento en los ministerios y la parte correspondiente al retraso de al menos seis meses del acceso a la pensión.

Aunque por el momento no se ha planteado ninguna subida directa de impuestos, se buscarán nuevos ingresos redoblando la lucha contra la evasión y obligando a los propietarios de unos dos millones de inmuebles no registrados a regularizarlos.

REINO UNIDO

En el Reino Unido, el nuevo Gobierno de conservadores y liberales ha decidido aplicar un plan de recortes del gasto público para reducir en unos 7.125 millones de euros el abultado déficit del país, estimado en unos 117.840 millones de euros (el 12%).

Las áreas más afectadas serán las de informática del Gobierno, viajes de los funcionarios públicos, ayudas financieras para los recién nacidos, asesores externos financiados por la administración pública, así como recortes en ministerios como Educación, Transporte y Trabajo y Pensiones.

Entre los ahorros más importantes figuran: 683 millones de libras en el Ministerio de Transporte, unos 889 millones de euros en Gobierno Local y de Comunidades, unos 953 millones de euros en el Ministerio de Empresa y unos 763 millones de euros en Educación.

IRLANDA

Irlanda fue uno de los primeros países de la Unión Europea en anunciar una rebaja de hasta el 15 por ciento del sueldo de los funcionarios, la reducción de plantillas y la paralización de las inversiones en infraestructuras.

En 2009 presentó un plan para reducir este año en 5.300 millones el gasto público y prescindir de unos 17.300 empleos públicos, que incluye un impuesto añadido del 2, el 4 y el 6 por ciento cuando los salarios anuales superen los 15.000, 75.000 y 175.000 euros.

Según las previsiones, ésta y otras medidas permitirán a las arcas del Estado ingresar 5.400 millones de euros hasta finales del presente año, cuando se introducirán previsiblemente nuevas medidas fiscales. Aún así, el déficit irlandés se situará en torno al 13 por ciento del Producto Interior Bruto hasta 2011.

ALEMANIA

Alemania, que introdujo hace un año una reforma constitucional para que a partir de 2020 las administraciones públicas funcionen prácticamente sin contraer nuevas deudas, no tiene previsto establecer recortes para reducir el déficit hasta 2011. El déficit alemán es uno de los más bajos de Europa (3,3%), si bien este año está previsto que suba hasta el 5%.

Aunque las medidas de ahorro se extenderán a prácticamente todas las carteras ministeriales, el ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, ha rehusado presentar una lista de prioridades hasta la reunión del Consejo de Ministros del 7 de junio.

FRANCIA

Francia cuenta con un déficit público que el Gobierno espera que este año llegue al 8 por ciento, pero por el momento no se ha anunciado ningún plan de ajuste radical como han hecho la mayor parte de sus vecinos europeos.

La principal medida que estudia el Ejecutivo conservador galo concierne a la reforma de las pensiones, que pasa bien por retrasar la edad de jubilación, actualmente en 60 años, bien ampliando el periodo mínimo de cotización. Junto a ese proyecto, París ha puesto sobre la mesa un plan de congelación del gasto público.