El Banco de España quiere hacer público el resultado de las pruebas de estrés hechas para estimar la solvencia de bancos, cajas y cooperativas en el futuro, con el fin de que los mercados internacionales conozcan "perfectamente" la situación del sistema financiero español, cuya reestructuración está "prácticamente trazada", según indicó hoy el presidente de la institución, Miguel Ángel Fernández Ordóñez.

Está previsto que a finales de junio concluya el plazo decretado para la fusión de las cajas de ahorro. Ordóñez ha advertido a las entidades de que si al cierre de junio algún proyecto de fusión fracasa o alguna entidad se ve rezagada, el Banco de España actuará "utilizando los mecanismos previstos en la ley del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria" (FROB).

Dicha ley da amplios poderes al organismo para intervenir una entidad si la considera inviable, al tiempo que permite también apoyar financieramente la reestructuración de entidades. El gobernador aseguró que hoy ya se puede decir que la reestructuración del sistema financiero y la recapitalización de las entidades está "prácticamente trazada".

De este modo, "antes del verano" habrá culminado la reestructuración del sistema bancario, que deberá completarse con una modificación legal que permita a las cajas acudir al mercado para obtener recursos propios de alta calidad, añadió el gobernador.

En cualquier caso, Fernández Ordóñez destacó que el resultado de la actual reordenación financiera es que las entidades de depósito españolas tienen un capital suficiente, lo han captado en los mercados o lo han obtenido del FROB.

Los denominados ´test de estrés´, en el caso de los hechos por el Banco de España, permiten afirmar que las entidades tienen ya previsto disponer de suficiente capital, no sólo para afrontar los escenarios que "hoy parecen más razonables", sino también los escenarios de crecimiento complicados en el futuro próximo.

Un futuro en el que el gobernador advierte de que tendrán que corregirse los tres principales desequilibrios del sistema financiero: su exceso de dependencia de la financiación mayorista, el elevado grado de exposición a la construcción y el exceso de capacidad instalada.