Máxima tensión en el Puerto. Los socios de la Sociedad de Estiba y Desestiba de Las Palmas (Sestiba) ratificaron ayer en medio de un largo y acalorado debate la privatización de la empresa, sin aclarar cómo repartirse su deuda, cifrada en estos momentos en 14,5 millones. Las navieras Armas y Acciona-Trasmediterránea deciden salirse de la nueva Sociedad Anónima de Gestión de Estibadores Portuarios (Sagep), la primera estibadora que deja de estar en manos de capital público.

"Esta es una junta general histórica". Con estas palabras anunciaba ayer el presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Javier Sánchez-Simón, la privatización de Sestiba, siguiendo los cauces fijados en la nueva reforma legal de ámbito nacional aprobada por los grandes grupos políticos.

Sin embargo, esta última junta general discurrió en medio de un enorme clima de tensión. Entre otras razones, porque aún debe definirse la fórmula por la que se abordará el pago de la deuda que arrastra la empresa.

Los accionistas acordaron recurrir a un auditor externo que deberá determinar cuál es la situación económica real de la sociedad, si está en quiebra, o bien, si deben seguirse las pautas fijadas en el plan de viabilidad, como se acordó en el último consejo de la Autoridad Portuaria.

El mediador deberá decidir la fórmula para afrontar este pago, fijando el valor real de las acciones de la sociedad e, incluso, si debe reducir su precio.

De momento, las navieras Armas y Trasmediterránea han acordado salirse de esta nueva sociedad. Según algunas fuentes, para crear otras empresas que asuman su parte de deuda sin lastrar a la sociedad matriz.

Sagep seguirá estando presidida por Javier Sánchez-Simón, junto a los consejeros de Opcsa y la terminal de La Luz (grupo Boluda), que seguirán teniendo el control accionarial de la nueva sociedad, junto a Contenemar.

Pese a la venta de las acciones, la Autoridad Portuaria se reserva el derecho de suspensión de los acuerdos que se adopten por un periodo de 15 días, según el presidente.

Los estibadores respaldaron ayer los acuerdos, que convierten a La Luz en el primer puerto español en privatizar la empresa, calificando de "muy positiva" la transformación.