Canarias fue la única comunidad autónoma donde en febrero subieron las matriculaciones de turismos (6,7 %) por el efecto que ha tenido en el Archipiélago la cercanía de la temporada turística de Semana Santa.

El canal de ventas de coches que representan las empresas de alquiler tuvieron en el mes un leve repunte del 1,5 % por este efecto de temporalidad y por las buenas perspectivas de los empresarios turísticos debido al desvío de buena parte de la demanda destinada en principio a los países árabes ribereños del Mediterráneo.

En términos absolutos, según la asociación de vendedores (Ganvam), las ventas crecieron en 1.404 unidades en la provincia de Las Palmas y disminuyeron en 971 en Santa Cruz de Tenerife. En las islas de Las Palmas se matricularon 2.646 coches menos (-3,63 %) mientras en Santa Cruz de Tenerife la bajada se situó en 1.978 unidades (-14,16 %).

El resto de comunidades se ha apuntado a retrocesos mensuales de matriculaciones, algunos tan significativos como los de Castilla y León (46,1 %), Andalucía (45,6 %), Extremadura (44,4 %), Galicia (43,4 %) y Navarra (43 %).

A nivel nacional, febrero presenta una bajada en las matriculaciones de 91.443 coches respecto al mes de enero (-27,6 %).

El mercado de turismos en España se saldó en febrero con 66.120 matriculaciones y lleva el acumulado anual a 119.754, un 25,8 % por debajo de hace un año.

De esta forma, el mercado automovilístico español retrocede a niveles propios de mediados de la década de los noventa, ya que en febrero de 1995 se comercializaron 67.400 coches, mientras que en 1994 la cifra fue de 65.700 unidades.

Tanto las asociaciones de fabricantes como las de vendedores manifestaron ayer su temor hacia las nuevas medidas anunciadas desde los poderes públicos -como la limitación de velocidad- que, desde su punto de vista, llevan a la "demonización del automóvil" y no hacen más que añadir lastre a este mercado.

El presidente de la asociación de vendedores de automóviles, Juan Antonio Sánchez Torres, apuntó también como causa de la caída del mercado nacional el repunte del euríbor y la escalada del precio de los combustibles. Explica que, "si bien la tendencia al alza del combustible no tiene incidencia directa sobre las ventas, sí ejerce cierta influencia sobre el uso del vehículo, ya que actúa como un elemento disuasorio para el cambio de coche".

El representante de la patronal afirmó que ambas variables impactan directamente sobre las rentas de las economías domésticas y frenan su capacidad de compra.