Bares, comercios y construcción son los sectores con mayor concentración de empleo sumergido en las Islas. La mayoría de las denuncias recibidas por irregularidades tienen su origen en la inexistencia de un contrato y de la preceptiva alta en la Seguridad Social. Hasta un 18,2% de las denuncias son por esta razón, según un informe elaborado por CCOO ante la inexistencia de datos oficiales. Estas ilegalidades en el empleo generan una opinión unánime en contra entre trabajadores y patronal. Unos y otros estiman necesario que afloren.

En la hostelería se enmarca el 35,33% de las denuncias recibidas por el sindicato CCOO desde enero de 2010 hasta ayer mismo. El comercio (14,97%) y la construcción (11,98%) le siguen. El director del Gabinete Técnico de CCOO, José Miguel González, eleva el número de trabajadores que se encuentran en situación irregular a una horquilla de entre 120.000 y 160.000.

También coinciden empresarios y trabajadores en que las sanciones no bastan para erradicar estas prácticas. El presidente de la Federación Canaria de Ocio y Restaurantes (Fecao), Antonio Vélez, afirma que a un empresario, "le sale barato tener a un empleado de manera irregular". La sanción es de 6.000 euros, y si lo tiene empleado durante un año "se habrá estado ahorrando 600 euros mensuales". Es decir, habrá sido más barata la multa que hacer frente a las obligaciones que marca la legislación laboral.

En cualquier caso, se trata de una ventaja relativa. El presidente de la patronal turística Feht, Fernando Fraile, apunta que a quien "pillan, pasa a formar parte de una lista negra. Siempre serás el que tiene trabajadores ilegales", afirma. Tanto él como sus homólogos de otros sectores, estiman que se vigila más al empresario legal que al ilegal. El propio Fraile recuerda que hace años un consejero canario llegó a afirmar que era imposible perseguir "a quien no existía".

La mayoría de las irregularidades en el turismo se concentran en el subsector extrahotelero. Tom Smulders, presidente de esa patronal, recuerda que muchos apartamentos salieron del mercado con la crisis y en la actualidad están en un limbo legal. "Si no estás inscrito en el Patronato de Turismo, difícilmente te inspeccionarán porque se supone que no estás desarrollando ninguna actividad". También en su caso lamenta tener que enfrentarse a la competencia desleal.

La crisis

La crisis es un factor decisivo en la proliferación del empleo sumergido. Si se comparan las evoluciones del paro y la economía sumergida (marco en el que se desarrolla el empleo sumergido), se observa el paralelismo entre ambas. En el primer trimestre de 2007 la tasa de paro en las Islas era del 10,23%, mientras que el impacto de la economía sumergida era del 15,03%. Dos años después, y ya con una tasa de paro del 26,91%, la economía sumergida suponía el 28,20% del PIB.

No solo es el incremento global el que se ve afectado por la variable crisis. También el impacto por sectores. Dado por prácticamente muerto el negocio del ladrillo, la construcción aparece ahora en el tercer lugar del ranking de sectores donde mayor cantidad de irregularidades en el empleo se producen.

"Lógicamente hay más irregularidades en los sectores en los que mayor volumen de trabajadores existe", explica el jefe de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social de la provincia de Las Palmas, Juan de Dios Fernández. El departamento que dirige ha levantado 2.254 actas de sanción en lo que va de año. Acabar con el fenómeno exige algo más que sanciones. La directora del Servicio de Estudios de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, Lola Pérez, propone que se aminoren "los gastos laborales" o que los autónomos tributen "conforme a los ingresos. Hay que ser imaginativos", dice.

Los sindicatos creen que para que se garanticen los derechos laborales de los empleados y los empresarios hay que acabar con la competencia desleal.