Las negociaciones entre republicanos y demócratas para acordar un plan de reducción del déficit en EEUU que permita elevar el límite de endeudamiento continúan estancadas a dos semanas de que el país cumpla el plazo para entrar en mora.

"Necesitaremos un enfoque equilibrado, con sacrificios compartidos, y la disposición para tomar decisiones impopulares por parte de todos nosotros", afirmó hoy el presidente de EEUU, Barack Obama, en su discurso radiofónico semanal.

Por su parte, los republicanos contraatacaron en su habitual alocución de los sábados e hicieron un llamamiento para que se apruebe un enmienda de presupuesto equilibrado que evite a los gobiernos asumir déficit excesivos.

"La solución a los crisis del gasto no son los aumentos de impuestos", dijo el senador republicano de Utah, Orrin Hatch.

Obama dio ayer a los congresistas de ambos partidos un plazo de entre "24 y 36 horas" para que le presenten un plan serio de reducción de déficit para que se alcance un acuerdo y se evite la declaración en mora del país.

El Tesoro de EEUU ya ha advertido que de no alcanzarse un acuerdo para elevar el techo de la deuda de 14,29 billones de dólares, el próximo 2 de agosto EEUU no podrá hacer frente a las obligaciones de deuda del país.

Durante toda la semana, Obama ha presidido en la Casa Blanca reuniones diarias con los líderes congresistas republicanos y demócratas para tratar de facilitar un acuerdo, aunque sin éxito.

Fuentes de la Casa Blanca informaron de que el vicepresidente Joe Biden y otros asesores presidenciales se encuentran reunidos hoy sábado para sostener conversaciones internas con líderes republicanos y demócratas con el objetivo de tratar de encontrar una salida a la crisis.

No obstante, el acuerdo aún está lejos ya que las posturas parecen inamovibles entre ambas partes, especialmente en la cuestión de la subida de impuestos.

El presidente Obama y los demócratas se muestran favorables a recortar parte del presupuesto destinado a los programas sociales y de sanidad pero exigen que el acuerdo incluya una subida de impuestos para equilibrar el presupuesto con ingresos fiscales.

Los republicanos, mayoría en la Cámara de Representantes, se oponen a cualquier carga impositiva con el argumento de que afectaría la recuperación económica aún demasiado débil.