El 4 de julio entró en vigor la nueva normativa que penaliza los depósitos de alto interés. Esta nueva norma fija un tope máximo de remuneración (Euribor + 1%) por encima del cual los bancos pagarían por estos activos al Fondo de Garantía de Depósitos cuatro veces más de lo que hacen por una imposición normal (un 0,02% frente a un 0,1%).

Ante esta tesitura los bancos y cajas pueden optar por reducir el interés de sus productos, con lo que nosotros, los clientes finales, recibiríamos menos dinero, o mantener parte de esta oferta ya que le es interesante o más barato captar recursos con independencia de la penalización.

Con un tope de alrededor el 3,2%-3,3%, aun podemos comprobar en este comparador cómo hay productos que superan esta rentabilidad, por lo que podemos localizar aquellas cuentas remuneradas y depósitos que ofrecen más a distintos plazos.

Pero si se consolida la idea de ofertar depósitos con tipos más bajos ¿Qué podemos hacer? La tendencia actual es que el Euribor siga subiendo en paralelo al precio del dinero, que este mes de julio pasó del 1,25% al 1,50%, por ello este tope máximo se irá actualizando y ganará importancia los depósitos a plazos más cortos (de seis meses a un año).

Esto no significa que se descarte completamente los depósitos a más de un año entre los que están los crecientes, pero sí que intentemos conseguir el máximo interés o al menos que no tenga comisión de cancelación anticipada o sea lo más baja posible, para poder movernos a otros productos más rentables.

Las cuentas remuneradas, pueden ser un buen vehículo para rentabilizar el dinero en el corto plazo mientras esperamos nuevas subidas de tipos o lanzamientos de productos. Pero siempre teniendo en cuenta que estos productos que tienen como principal ventaja la liquidez, suelen ofrecer unos tipos promocionales altos durante un cierto plazo de tiempo para luego pasar a un interés mucho menor. Por ello, o negociamos con la entidad que nos renueve la oferta consiguiendo mantener el mismo interés más tiempo o buscamos otras ofertas donde poder seguir rentabilizándolo.

Esta "proactividad", mover nuestros ahorros nos puede suponer en algunos casos un coste, por las comisiones de las transferencias. Si nuestro Banco o Caja nos cobra por ello, debemos hacer la inversa, ordenar una OTE desde la entidad que recibirá nuestro dinero. La única pega de este tipo de operación, que es gratuita según la normativa del Banco de España, es que tarda entre 2-3 días en recibirse el dinero frente a una transferencia que suele tardar 24 horas.

Por último, informarse de que es lo que se contrata, con esta bajada podemos tener la tentación de comprar o que nos vendan bonos, cédulas hipotecarias, participaciones preferentes… toda una serie de productos de Renta Fija que en apariencia se asemejan a los depósitos, ya que nos pagan un tipo de interés de forma periódica. Pero hasta aquí las diferencias, ya que son valores que cotizan, por lo que en caso de cancelación puede que su precio sea inferior al comprado y nos genere pérdidas importantes y lo que es peor, para poder vender tiene que existir alguien que lo quiera comprar, y muchas veces no es así. La consecuencia podemos encontrarnos que ante una necesidad de liquidez sea imposible conseguir ni siquiera parte de los fondos que hemos invertido.