La rebaja de calificación de la deuda de Estados Unidos por Standard & Poor's ha desatado una andanada de ataques entre demócratas y republicanos sobre cómo restablecer la salud fiscal del país a largo plazo, recriminaciones que hoy prosiguieron desde ambos partidos.

Mientras persiste la duda de si esta pérdida de la máxima calificación de la deuda, AAA, rebajada a AA+, desencadenará una subida en los tipos de interés, la Casa Blanca apelaba a la unidad y afirmaba que el presidente Barack Obama continuará insistiendo en tomar medidas encaminadas a crear empleo y procurar una mayor reducción del déficit.

Obama "alentará enérgicamente" tanto al comité fiscal bipartidista como a los líderes del Congreso a que dejen de lado sus "diferencias políticas e ideológicas" y trabajen por una mayor recuperación económica y una vía fiscal "más sensata" a largo plazo, dijo hoy en un comunicado el portavoz del Gobierno, Jay Carney.

Carney se refería al "supercomité" cuya formación quedó incluida en el plan promulgado por Obama el martes pasado para subir el techo de la deuda y cuya tarea es recomendar recortes adicionales de 1,5 billones de dólares al gasto público antes de fin de año.

El portavoz reiteró la idea de Obama de que la reducción del déficit pasa por una reforma tributaria para recabar más impuestos, lo que rechazan tajantemente los republicanos, y modificaciones a los programas sociales.

S&P, que ya había advertido a mediados de julio de que podía rebajarse la calificación, consideró que el plan aprobado por el Congreso -que estipula recortes iniciales del gasto público cerca de un billón de dólares en diez años- no es suficiente para estabilizar la dinámica de la deuda.

Dicha agencia había dicho que EEUU requeriría recortes por unos cuatro billones de dólares como un paso inicial para corregir sus finanzas.

En declaraciones a la cadena televisiva CNN, tanto John Chambers como David Beers, dos altos cargos de S&P, reiteraron que el plan de recortes no es "suficiente" y tampoco incentiva el crecimiento económico.

"Incertidumbres de la política fiscal"

Beers dijo que S&P tomó esa decisión debido a "las incertidumbres de la política fiscal" de EEUU, y que, en adelante, todo dependerá de si Washington logra un consenso político y toma las medidas fiscales que verdaderamente necesita el país.

Aunque Carney no se refirió a la decisión de S&P, sí reconoció que las negociaciones para subir el techo de la deuda "se prolongaron demasiado" y, a veces, causaron "muchas divisiones".

Desde el Partido Republicano el legislador de Nueva York, Michael Grimm, dijo hoy en el discurso semanal de la oposición que la alta tasa de desempleo -ahora del 9,1 por ciento- demuestra que las políticas económicas de Obama "no funcionan".

Grimm repitió la postura republicana a favor de más recortes fiscales y de una enmienda constitucional que exija un equilibrio presupuestario.

Asimismo, la legisladora republicana de Minesota y aspirante a la candidatura presidencial, Michele Bachmann, culpó a Obama de destruir "los cimientos de la economía estadounidense" viga por viga.

"Le pido que busque de inmediato la renuncia del secretario del Tesoro, Tim Geithner", decía anoche Bachmann, quien votó en contra de subir el límite de endeudamiento.

Otros aspirantes a la candidatura presidencial republicana, entre ellos Tim Pawlenty, Rick Santorum y Ron Paul, también atacaron la gestión económica de Obama.

Mientras, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner acusó a los demócratas de evitar "las decisiones difíciles que se requieren para poner a Estados Unidos en terreno firme".

"El excesivo gasto fiscal ha producido una incertidumbre económica que elimina empleos y ahora amenaza con causar un efecto dominó en nuestros mercados crediticios", se quejó Boehner.

Enfoque equilibrado

Los líderes del Partido Demócrata, entre ellos el senador Harry Reid y la legisladora Nancy Pelosi, han insistido también en su posición y su llamamiento a buscar un enfoque "equilibrado" para reducir el déficit.

Moody's y Finch, las otras dos agencias calificadores de riesgo, mantienen la calificación de AAA de EEUU.

Pero la decisión de S&P significa que los valores del Tesoro, hasta ahora considerados la inversión más segura en el mercado financiero internacional, tienen una menor calificación que los bonos emitidos en otros países industrializados como Inglaterra, Alemania, Francia o Canadá.

Para la influyente Asociación Nacional de Manufactureros la rebaja del crédito es "preocupante" porque un aumento en las tasas de interés frustrará la incipiente recuperación económica, e instó a la clase política a poner en marcha una agenda de crecimiento económico, según dijo hoy en un comunicado.