El Ibex 35 ha cerrado la sesión con una caída del 2,11% y se ha situado en la cota de los 8.141,9 puntos, en una jornada bajista en toda Europa, en la que el sector financiero ha vuelto a ser uno de los más castigados.

El mayor descenso de la jornada fue para IAG (-6,92%), seguido de Mapfre (-3,8%), Inditex (-3,72%) y CaixaBank (-3,68%). Banco Santander, por su parte, se dejó un 3,07%, por delante de BBVA (-2,15%), Banco Sabadell (-1,28%) y Banco Popular (-1,16%).

Repsol YPF, por su parte, se ha dejado un 1,95% y Telefónica, un 1,8%. En el lado positivo se han colocado Bankinter (+3,09%), Mediaset (+2,04%), Acciona (+0,91%) y Ferrovial (+0,34%).

En Europa, los bancos también han recibido un duro castigo, en especial, los británicos y los alemanes, sobre los que no tiene efecto la prohibición de posiciones cortas.

Así, en el mercado británico, RBS ha cedido un 5,38% y Lloyds, un 4,8%; en Milán, Unicredito ha retrocedido un 5,81% y Ubibanca, un 4,29%; en París, BNP se ha dejado un 4,27% y Societé Genéralé, un 3,38% y en Francfort, Deutsche Bank ha caído un 2,7%.

En Europa, los principales indicadores han cerrado igualmente con pérdidas y Milán ha caído un 2,5%, mientras que Francfort se ha dejado un 2%, París, un 1,8% y Londres, un 1%.

La jornada del viernes se ha caracterizado de nuevo por la volatilidad, aunque ha sido menor que en días anteriores. El miedo a una nueva recaída de las principales economías mundiales sigue marcando la decisión de los inversores, que huyen de la renta variable para refugiarse en otros activos, como el oro.

El precio de la onza ha alcanzado un récord de 1.867,3 dólares, lo que supone un alza del 2,4% respecto al primer precio marcado en el mercado de futuros de Londres.

La Bolsa española ha vivido una semana tensa, en la que el Ibex ha estado a punto de perder de nuevo el soporte de los 8.000 puntos. En lo que va de mes, el selectivo cede ya más de un 15% y de cerrar con esta tendencia el mes de agosto se anotaría la mayor caída mensual desde octubre de 2008, tras la quiebra de Lehman Brothers.

Los mayores descensos correspondieron a ArcelorMittal (-14%), Gas Natural (-12,7%), OHL (-12,3%), IAG (-12,3%), REE (-10,3%), Repsol YPF (-8%) y Abengoa (-7,8%).

Los expertos destacan que los inversores siguen muy de cerca los datos macroeconómicos, dejando a un lado algunos mensajes positivos como la confirmación de la calificación de Estados Unidos por parte de Fitch, la buena acogida de las emisiones de deuda o la estabilización de las primas de riesgo.

Por el contrario, el menor crecimiento registrado por Alemania y España en el segundo trimestre, la subida del paro en Estados Unidos y la caída de la venta de viviendas, y la rebaja por parte de Morgan Stanley de las perspectivas de crecimiento económico mundial han contribuido esta semana a sembrar más dudas sobre la capacidad real de recuperación de Estados Unidos y de los países europeos.

La banca, blanco perfecto

La semana también ha sido especialmente dura para el sector financiero, que tras acoger con optimismo la prohibición de las posiciones cortas, han recibido un nuevo varapalo ante la posibilidad de gravar las transacciones financieras.

Así, BBVA ha cerrado la semana con un descenso del 7,14%, seguido de Banco Santander (-4,86%), Bankinter (-0,93%) y Banco Popular (-0,73%). Banco Sabadell, por el contrario, subió un 3,83% y junto a Grifols (+0,69%), han sido los dos únicos valores que terminaron en positivo.

Los analistas bursátiles insisten que los inversores están demandando medidas más continudentes para recuperar de nuevo la certidumbre y confianza, como se hizo con la crisis en el mercado de deuda, ya que de lo contrario las caídas podrían mantenerse.

En ese sentido, señalan que la banca sigue siendo un blanco perfecto pese a la prohibición de las posiciones cortas y que las entidades están marcando niveles mínimos en sus cotizaciones.