El director para Europa del Fondo Monetario Internacional (FMI), Antonio Borges, aclaró este miércoles que el organismo internacional no contempla la compra de deuda pública de países europeos con problemas financieros junto con el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF).

"Déjenme ser claro acerca de unos comentarios que realicé antes. El Fondo solo puede prestar sus recursos a los países, y no puede utilizar estos recursos para intervenir en los mercados de bonos de deuda directamente", explicó Borges en un comunicado enviado por el FMI en Washington.

Borges corregía así sus declaraciones previas efectuadas durante la presentación en Bruselas del informe sobre perspectivas económicas europeas en las que dejó abierta la posibilidad de que el FMI se sumase al fondo europeo temporal de rescate en la compra de deuda italiana y española.

"En la actualidad estamos prestando dinero a varios países europeos que nos han pedido apoyo. No tenemos ninguna solicitud adicional de apoyo por parte de miembros de la zona euro y no estamos contemplando participación alguna en el mercado junto con el FEEF", precisó.

Borges agregó que "cualquier modalidad alternativa de préstamo de las que hacemos ahora requiere una estructura legal diferente y el uso de una fuente de financiación diferente. No hemos discutido estos temas con nuestros países miembros".

El informe del FMI insistió en que la economía europea sufrirá una ralentización en lo que queda de año y en 2012, y reiteró la necesidad de que el Banco Central Europeo (BCE) "relaje" las políticas monetarias para frenar el impacto sobre las economías en peligro y para fomentar el crecimiento de los países centrales.

El FMI considera que ante la marcada desaceleración registrada por el crecimiento de la economía europea y el incremento de las tensiones en los mercados financieros es aconsejable "distender" la política monetaria y "actuar con cautela" en el frente fiscal, donde aquellos países con margen suficiente y planes creíbles de consolidación pueden actuar para hacer frente a las amenazas para el crecimiento.

"Si bien el deterioro de las finanzas públicas no deja otra opción que reforzar la situación fiscal, la desaceleración del crecimiento exige actuar con cautela", destaca la institución en su informe.

En este sentido, el análisis concluye que, si bien en aquellos países donde las presiones del mercado son más fuertes, "conviene seguir concentrando la consolidación en el período inicial", en otros países, donde los planes de consolidación fiscal a mediano plazo son creíbles o han sido más intensos en una etapa inicial, existe margen de maniobra para permitir que los estabilizadores automáticos operen plenamente para hacer frente a las sorpresas del crecimiento.

Asimismo, el FMI subraya la necesidad de llevar a la práctica "la nueva arquitectura institucional convenida en julio por las autoridades europeas, en particular aprovechando la flexibilidad ampliada del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF)", que podría así ser empleado incluso en caso de necesidad para reforzar la capitalización de los bancos europeos.