Acabamos de salir de una y entramos en otra. Después del verano, viene la vuelta al colegio y con la factura de libros, material y uniformes aun recientes ya tenemos enfrente la Navidad, que aunque cada año más restrictivas por culpa de la crisis, siempre es un esfuerzo para la economía familiar y tenemos que recurrir a instrumentos de financiación, especialmente las tarjetas de crédito.

Especialmente destinadas para esto, estás las denominadas revolving, una modalidad de tarjetas se comercializa con el atractivo de no pagar cuota si se realizan operaciones y con un tipo de interés más bajo que las tarjetas de crédito normal, pero con la importante salvedad, que mientras en las primeras podemos elegir pagar la totalidad de las compras a fin de mes, en la mayoría de estos plásticos nos obligan siempre a fraccionar la operación con los costes financieros que conlleva.

Por ello, el aspecto más importante de estos productos es el tipo de interés, y tener muy claro cuál es el verdadero coste de la operación.

Consejos a la hora de financiar una operación:

• Aplazar al plazo menor posible, aunque nos suponga un esfuerzo financiero mayor al mes, conseguiremos un ahorro importante.

• El peligro de pagar un porcentaje fijo al mes, al ser sobre la cantidad pendiente, la tendencia es siempre dejar una cantidad sin pagar que genera intereses, y es la opción más costosa.

• Cuidado con los aplazamientos gratuitos, muchas veces tienen comisiones que son más caras que los propios intereses, por ello podemos utilizar herramientas como la calculadora de iAhorro.com, comparador de bancos, para saber cuál es el coste final de la operación.

• Comisiones por uso, si no se realizan un número de operaciones o se llega a un importe pueden empezar a cobrarnos comisiones, lo cual encarece aún más la tarjeta.

Por todo ello, comparemos y analicemos los costes de tener y usar unas tarjetas, para buscar la opción más beneficiosa.

Antonio Gallardo, iAhorro.com, comparador de bancos