La Caja pone coto a las dietas de sus consejeros por asistencia y desplazamiento a las reuniones de los órganos de gobierno. El incremento de las cuantías por dietas y otras remuneraciones apreciado en los últimos ejercicios se limita en los nuevos estatutos que se aprobarán mañana en la asamblea general de la entidad. Mientras los sueldos de los directivos se redujeron entre 2009 y 2010 -de 1,5 a 1,3 millones de euros- los pagos por asistencia a los órganos de gobierno se incrementaron, tanto en el Consejo de Administración -de 142.000 a 157.000 euros- como en la Comisión de Control -de 71.000 a 136.000 euros-.

La situación que se ha generado este año por parte de la Comisión de Control, que ha disparado el pago en dietas, no ha hecho sino incrementar la necesidad de controlar el gasto interno de la entidad. Una vez que entren en vigor los nuevos estatutos, las reuniones ordinarias de los órganos de gobierno pasarán de 12 a seis, mientras que las sesiones extraordinarias se limitarán de forma rigurosa y no podrán sobrepasar la cuantía anual que se establezca para las dietas.

En los estatutos se establece que no se podrán percibir más de tres dietas por sesiones no ordinarias por año natural. Asimismo, este tipo de reuniones deben estar autorizadas por la asamblea general previa petición del presidente del órgano, con justificación del motivo y necesidad de la celebración de la reunión. Además, el consejo de administración deberá realizar un informe anual con información completa, clara y comprensible sobre la política de remuneraciones de la entidad.

La cuantía de las dietas seguirá siendo la misma que hasta ahora. Los miembros de los órganos de gobierno reciben 312 euros por la asistencia a las sesiones de los mismos, mientras que en el caso de la comisión ejecutiva -que desaparece en la nueva etapa- y de la comisión de la Obra Social, la cuantía es la mitad, es decir, unos 150 euros por sesión.

Participación

La postura de cuatro de los seis miembros de la Comisión de Control sobre la participación de La Caja en el SIP que creó Bankia sigue generando malestar en el seno de la entidad. Varios miembros del consejo de administración de la entidad critican que el órgano de control mantenga que el patrimonio de La Caja de Canarias se haya desvalorizado desde que Bankia salió a cotizar en Bolsa. La entidad financiera canaria tiene una participación del 2,45% en el Banco Financiero y de Ahorros (BFA), matriz de Bankia, y la Comisión de Control sostiene que este porcentaje ha disminuido tras la salida a los mercados.

Fuentes del consejo de administración apuntan que esta posición carece de fundamento ya que tanto los informes de Bankia, como del Banco de España y de la propia Dirección General de La Caja niegan este extremo. El presidente de la entidad, Juan Manuel Suárez del Toro, intentó en el consejo de administración del lunes limar asperezas para evitar que en la asamblea general de mañana se produzcan enfrentamientos entre miembros del consejo y de la comisión. Los consejeros críticos dudan que los miembros de la Comisión de Control lleven el informe preceptivo a la asamblea.

Según el informe anual del ejercicio 2010 publicado por la entidad, la inversión realizada en diciembre en el Banco Financiero y Ahorros SA fue de 442.000 euros, el 2,45% de los 18 millones de euros que conforman el capital social de la entidad formada por las siete entidades creadoras del SIP. En el reparto del capital, Caja Madrid dispone de más de 50% del total del mismo, mientras que Bancaja cuenta con el 37,7%. La Caja de Canarias es la tercera entidad con el 2,45%, mientras que el resto de las cajas disponen de un capital menor que oscila entre el 2,33% de Caja de Ávila y el 1,34% de Caja Rioja.