El principal indicador de la bolsa española, el IBEX-35, volvió a caer hoy y se acerca cada vez más a su mínimo anual tras verse afectado, como el resto de parqués europeos, por la crisis de la deuda soberana en la zona euro.

El IBEX-35 cedió un 0,23 % en la sesión de hoy hasta situarse en 7.721,80 unidades, apenas ochenta puntos de distancia de su mínimo anual, en una jornada que estuvo marcada por un nuevo rechazo a la creación de eurobonos por parte de la canciller alemana Angela Merkel.

El cierre de esta jornada es el segundo más bajo del principal indicador español desde principios de año, ligeramente más alto que los 7.640 puntos a los que finalizó la sesión el pasado 12 de septiembre.

Al cierre del mercado, el resto de bolsas europeas se mantenían, como la española, entre las ligeras ganancias -Milán, con un 0,03 %- y las ligeras pérdidas -Fráncfort (-0,54 %), Londres (-0,24 %) y París (-0,01 %)-.

En lo que va de año, el IBEX-35 ha perdido el 21,68 % de su valor, la bolsa de Milán un 31 %, París un 25,82 %, Fráncfort un 21,49 % y Londres un 13,09 %.

Todas las plazas europeas siguieron hoy una tendencia similar, con aperturas alcistas que cambiaron de dirección después de dos anuncios importantes: el resultado de la cumbre celebrada entre Francia, Alemania e Italia y la rebaja de la calificación de la deuda portuguesa.

Las bolsas iniciaron la jornada en positivo, en lo que parecía ser la superación del golpe asestado por los mercados de deuda al bono alemán -que ayer solo consiguió colocar el 62 % de lo previsto-.

Los mercados aguantaron el impacto del informe emitido ayer por el Instituto Internacional de Finanzas (IIF), en el que asegura que la situación en la zona euro "ha empeorado" hasta caer "en una nueva recesión".

También soportaron la rebaja de la calificación de la deuda portuguesa por parte de Fitch, que la ha degradado a "bono basura" con perspectiva negativa.

Sin embargo, las declaraciones de la canciller alemana, Angela Merkel, tras una reunión con el presidente francés, Nicolás Sarkozy, y el nuevo primer ministro italiano, Mario Monti, sí consiguieron desestabilizar los mercados.

Merkel aseguró en su intervención que los eurobonos "no son necesarios ni apropiados", y agregó que "no son una solución adecuada" para reducir los niveles de deuda de los países de la zona euro.

Los mandatarios decidieron tras el encuentro impulsar una serie de reformas en los tratados europeos que no afectarían al mandato del Banco Central Europeo (BCE), es decir, que no se va a permitir que esta institución compre deuda soberana de forma masiva.

Tras estas declaraciones todas las bolsas europeas perdieron los beneficios acumulados durante el día y oscilaron en los últimos minutos de la sesión entre pequeños avances o retrocesos.

En el caso del IBEX-35, las ganancias estuvieron lideradas por IAG, que subió un 5,24 %, y respaldadas por grandes valores como el BBVA, que avanzó un 0,45 %, y el Banco Santander, que lo hizo en un 0,41 %.

Las mayores pérdidas correspondieron a Abengoa, que retrocedió un 3,18 %, aunque también hubo caídas para grandes valores como Inditex (-1,16 %), Telefónica (-0,5 %) e Iberdrola (-0,22 %).

En el mercado continuo destacó el regreso a la cotización del Banco de Valencia, suspendido desde el lunes debido a su intervención por parte del Banco de España, y que se cerró con un retroceso del 28,38 %.

Por su parte, las primas de riesgo europeas también acusaron las declaraciones de la canciller alemana, que implicaron la vuelta de la inestabilidad a los mercados.

Al cierre de hoy, España y Francia consiguieron aguantar la situación y terminaron la sesión mejor que ayer, con la prima de riesgo en 443 y 163 puntos respectivamente, es decir, con un interés del 6,63 % y el 3,72 %.

Sin embargo, Italia volvió a ceder y situó su diferencial en 491 puntos con una rentabilidad del 7,11 %, mientras Bélgica volvía a batir sus máximos para situarse en 354 puntos y el 5,74 % de interés.