La Fiscalía Superior de Cataluña ha anunciado hoy que abrirá diligencias para investigar las remuneraciones de la alta dirección de Caixa Penedés, dos de cuyos miembros cesaron ayer en sus cargos a petición del Consejo de Administración.

La Fiscalía señala en un comunicado que ha tomado esta decisión al tener conocimiento de los planes de pensiones que se habían asignado directivos de Caixa Penedés a su favor, por lo que intentará "determinar una posible responsabilidad penal".

Ayer se vieron forzados a dimitir el presidente de Caixa Penedès, Ricard Pagès, y el director general de la caja, Manuel Troyano, que abandonaron sus cargos a petición del Consejo de Administración, después de que este organismo "tuviera conocimiento" de que ambos directivos y otros dos ex altos cargos contaban con un plan de pensiones de más de 20 millones.

En su comunicado se señala que las diligencias se han remitido a la Fiscalía Provincial de Barcelona para que "el servicio especial pertinente proceda a la investigación de estos hechos".

Caixa Penedès ha convocado un nuevo Consejo para el próximo jueves, 1 de diciembre, han explicado a Efe fuentes financieras cercanas a las cajas.

Se espera que en este nuevo Consejo se tome una decisión sobre la presidencia, que ayer, de forma provisional, fue asumida por Albert Vancells.

También se prevé que CCOO, que forma parte del Consejo de la Caja, pida que se investiguen las responsabilidades de los directivos implicados.

Además de Pagés y Troyano los otros dos altos cargos beneficiados por el plan de pensiones son el ex director general Joan Caellas y el ex director de recursos humanos Jaume Jorba.

El plan de pensiones se constituyó hace un año, con una entidad ajena a Caixa Penedès y fuera del control del Consejo de Administración y de la comisión de remuneraciones, a los que presuntamente se ocultaron las circunstancias de estos nuevos compromisos financieros de la Caja.

El reparto de los 20 millones es asimétrico, según han señalado diversas fuentes consultadas, ya que la cantidad que asignada a Pagés ronda los 11 millones, mientras que el resto se repartía entre los otros tres directivos.

Además, Pagés y Troyano se habían asignado sueldos de más de medio millón de euros por sus cargos en Caixa Penedés, que tras haber traspasado su negocio financiero al grupo BMN, donde cuenta con el 21 % del capital, sólo tiene diez personas de plantilla.

En su nota de ayer, el Consejo de Administración de la Caja instó a la dimisión de sus dos máximos directivos tras expresar su "desaprobación al contenido, método de instrumentación, falta de transparencia, excepcionalidad y desproporción de los paquetes de carácter remuneratorio y de previsión social de cuatro altos directivos que están o han estado vinculados con la entidad hasta fechas muy recientes".

"Este Consejo de Administración manifiesta que no ha contado en ningún momento de su mandado", hasta la sesión de ayer "con información suficiente, veraz y detallada de estas remuneraciones y prestaciones", asegura el comunicado de la entidad.

Añadió que el Consejo "estudiará la manera de corregir esta situación, acordando las medidas más favorables para los intereses sociales, protegiendo en todo momento los intereses generales y la reputación social de una Caja de Ahorros de enorme tradición y profundo arraigo social".