La empresa Gasificadora Regional de Canarias (Gascan) ha trasladado su sede y domicilio fiscal desde la capital grancanaria a Santa Cruz de Tenerife. Este cambio aprobado sin problemas por su junta de accionistas responde, sobre todo, al mayor desarrollo del proyecto de la regasificadora a instalar en la isla tinerfeña, frente al bloqueo total que registra la planta de Gran Canaria, en donde ni siquiera se cuenta todavía con su preceptivo planeamiento.

Gascan se encuentra a expensas sólo de la concesión administrativa del Ministerio de Industria para comenzar la actuación de Granadilla, tras obtener el informe favorable de su impacto ambiental. La obra, ya adjudicada a la unión temporal de empresas Técnicas Reunidas y Acciona, supondrá una inversión de 245 millones y que el sistema energético de Tenerife se suministre con gas a partir de 2016.

Por el contrario, en Gran Canaria, la regasificadora a instalar en Arinaga contó con la negativa de la comarca del Sureste y del Cabildo insular, que propuso su posible ubicación en el mar. Este asunto generó un problema por la redacción del Plan Territorial de Hidrocarburos entre la corporación insular y el Gobierno regional durante el pasado mandato. La nueva consejera regional de Industria, Margarita Ramos, y el presidente del Cabildo grancanario, José Miguel Bravo de Laguna, acordaron hace unos días que fuese la corporación insular la encargada de elaborar este plan.

Bravo de Laguna adelantó este martes en una visita a Agüimes que no impondrá la ubicación de la regasificadora sino que se decidirá por consenso, aunque tendrá que situarse cerca de la central térmica de Juan Grande, en San Bartolomé de Tirajana.

"El cambio de domicilio fiscal de la empresa a Tenerife se acordó porque la planta de Granadilla tiene una mayor viabilidad y eso determinó trasladarnos por una mayor operatividad", señaló ayer el presidente de Gascan, Miguel Becerra, que sustituyó en el cargo al empresario Juan Miguel San Juan. La sede fiscal no representa una significativa rentabilidad económica para el lugar donde se ubica, frente a los que generarán las regasificadoras, pero sí beneficiarse de la acción administrativa y de gestión de la empresa.

Salida del empresariado

Las dificultades para sacar durante ocho años las dos regasificadoras, así como la falta de liquidez que ha traído aparejada la crisis, determinó la salida de Gascan del grupo empresarial canario que contaba con el 42% de las acciones. La potente Empresa Nacional de Gas (Enagas) adquirió por tres millones este paquete accionarial hace dos meses anunciando una inversión de 200 millones. El socio tecnológico, Endesa, mantiene el 47%, y el 11% restante es del Gobierno canario, vía Sodecan.