El Puerto arriesga 150 millones de euros en inversión anunciada por las petroleras en La Luz en el caso de que se las obligue a trasladarse a Arinaga. La intención del actual presidente del Puerto, Luis Ibarra, es justamente ésa: ubicar las petroleras en Arinaga. De esta manera Ibarra garantizaría que no tendrá que devolver al Banco Europeo de Inversiones (BEI) los 25 millones de crédito concedidos para la construcción del muelle de La Esfinge, préstamo que estaba condicionado a que este dique albergara sólo el tráfico de pasajeros.

El cambio de uso, del original tráfico de pasajeros a la actividad de bunkering -transporte y repostaje de combustibles-, determinó la petición de devolución de la entidad financiera europea. Fuentes del anterior equipo directivo aseguran que convencieron al BEI del cambio en una reunión vía telefónica mantenida desde la sede de Puertos del Estado en Madrid. Mantener el uso de tráfico de pasajeros implica la realización de unas obras de acondicionamiento valoradas en 200 millones de euros.

Las alegaciones de Puertos de Las Palmas, que debían partir desde Puertos del Estado y el Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino, nunca llegaron al BEI. La polémica adquirió ayer una nueva dimensión al asegurar fuentes cercanas al puerto que el BEI nunca ha solicitado que se reintegre el préstamo. Por su parte, el presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Luis Ibarra, explicó que tiene en su poder los correos electrónicos en los que el organismo portuario nacional le advierte de las intenciones del banco europeo.

El anterior presidente, Javier Sánchez-Simón, negoció el préstamo de la discordia y no niega que existiera disputa con el BEI. "El objeto del préstamo estuvo sujeto a cierta polémica entre la Autoridad Portuaria y el banco, ya que éste entendía que debía ser para la financiación de las obras de urbanización de La Esfinge, en la que se ubicaría una terminal de pasajeros", reconoció en un artículo publicado en este mismo periódico.

Sin embargo, fuentes de la Autoridad Portuaria señalaron ayer que este extremo quedó salvado en las reuniones que Sánchez Simón mantuvo en mayo con Puertos del Estado y Medio Ambiente. De hecho, las mismas fuentes confirmaron que incluso se llegó a remitir un escrito al BEI "para curarse en salud", dado el habitual retraso que existe en la elaboración de los informes por parte del Ministerio.

Las alegaciones se consideraron fácilmente salvables por los entonces rectores de la entidad portuaria, dado que ni la seguridad ni el Medio Ambiente eran muros infranqueables.

Para el cambio de uso sobre el original se utilizaron informes del laboratorio de Puertos, que certificaban que el uso para tráfico de pasajeros mantendría la instalación cerrada al menos 60 días al año por el oleaje.