Acaban de sacar sus tarjetas de embarque y se dirigen con su carrito a toda prisa hacia la puerta de embarque A del Aeropuerto. Las informaciones llegan casi como un eco lejano, pero aún así, han podido meter sus maletas para embarcar a las 19.45 horas. Y todo hace indicar que su vuelo JK5041 partirá con destino a Madrid. No lo saben, pero van a ser los últimos pasajeros de Spanair que salen desde Gran Canaria.

Las noticias se disparan. El personal de la compañía ya no puede vender más billetes desde sus terminales en torno a las seis de la tarde, y tampoco a través de Internet. Los últimos clientes ya se encuentran en las salas de embarque, y la preocupación crece hasta que se conoce el desenlace final.

Las llamadas de preocupación se suceden en la oficina de venta de billetes de la empresa. Pero la presencia de clientes en el mostrador es casi testimonial, ya que prácticamente se limita a algunas consultas de última hora. Entre ellas, qué pasaría con su billete de vuelta si llega el cierre. Las trabajadoras apenas tienen respuesta. Ni ellas mismas lo saben, aunque un representante de la empresa comienza a temerse lo peor y se mueve inquieto con el móvil en la mano, mientras delega todas las respuestas a las oficinas centrales en Barcelona.

Spanair tenía previsto mover ayer casi 2.900 pasajeros en los aeropuertos de Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura, según datos de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), en un total de 15 operaciones de entrada y salida. Sin embargo, las dos últimas llegadas de Barcelona y Madrid quedaron canceladas. El último aterrizaje lo hizo sobre las 19.30 horas.

Spanair mueve en Canarias a cerca de 1,2 millones de pasajeros, y está entre las diez compañías más importantes, a pesar del retroceso del último año.

Y, para hoy había previsto un total de 19 vuelos en Canarias, de los cuales 14 eran se centraban en la provincia de Las Palmas. En este sentido, tenía previsto mover casi 700 viajeros en los diez vuelos de Gran Canaria y los cuatro de Lanzarote, ya que no tenía previsto realizar actividades en Fuerteventura.

El cierre de Spanair se hace completamente oficial, y con ello deja también en tierra a muchos trabajadores en las Islas. La tripulación del último avión de compañía que hacía servicio en Gran Canaria se marchaba de las instalaciones pasadas las 23.30 horas. El comandante, de unos 50 años, sentenció, muy afectado y de forma tajante, "este ha sido nuestro último vuelo.