Cerca de 6.000 ciudadanos, según la Policía Local, y más de 10.000, a juicio de los convocantes, recorrieron ayer el centro de Las Palmas de Gran Canaria para sumarse a la convocatoria de la Confederación Europea de Sindicatos contra los recortes sociales en la Unión Europea. En Santa Cruz de Tenerife la movilización llegó hasta las 12.000 personas, según cálculos en los que coincidieron sindicalistas y Policía Local, informa Efe. Durante el transcurso de las marchas, los asistentes reclamaron en varias ocasiones la convocatoria de una huelga general contra la reforma laboral decretada por el Gobierno de Mariano Rajoy.

La escena se repitió en las principales capitales europeas. En toda España, la cita congregó a cientos de miles de personas. Las más concurridas fueron las de Madrid y Barcelona, donde se reunieron 50.000 trabajadores en cada una de ellas, según los convocantes, mientras que las fuerzas de seguridad locales redujeron esas cifras a 3.000 y 10.000, respectivamente.

La manifestación de la capital grancanaria recorrió la calle León y Castillo entre el parque de San Telmo y la plaza de la Feria, sede de la Delegación del Gobierno. Entre los manifestantes se encontraban también líderes políticos como el secretario insular del PSC en Gran Canaria, Ángel Víctor Torres; el presidente de Nueva Canarias, Román Rodríguez, el alcalde de Santa Lucía de Tirajana, Antonio Morales, además de Carmelo Ramírez o Emilio Mayoral, entre otros.

Los líderes sindicales definieron la protesta como un paso más en la "lucha contra la reforma laboral", que desembocará "en una huelga general, probablemente antes de que termine el mes de marzo", advirtió el secretario general de CC OO-Gran Canaria, Antonio Pérez.

Desde UGT, su secretario general en las Islas, Gustavo Santana, auguró "recortes en dependencia y en los fondos para los parados de larga duración", por lo que animó a sumarse a las próximas movilizaciones. "No somos los que estamos, somos los que están por venir, que son muchos más", exclamó ante el nutrido auditorio.

Santana explicó que la lucha es "de clases, no entre clases", No entender esto significa, a su juicio, dar carta de naturaleza a las intenciones del Gobierno que pasan "por acabar con la justicia social".

La Unión Sindical Obrera (USO) se sumó también a la protesta, que Pedro Ríos, responsable de la formación en Gran Canaria, definió como "un día grande", a tenor de la respuesta obtenida por parte de los trabajadores.