Criado entre tomateros, de pequeño Marcelo Rodríguez sentía que llegara el fin de semana porque, "mientras mis compañeros iban a descansar, yo sabía que a mí me tocaba ir a las fincas con mis padres", recuerda con añoranza. Tras terminar el instituto, Marcelo reconoce que "no sabía muy bien que estudiar" y, guiado por la tradición familiar, "decidí finalmente hacerme perito agrícola".

Tras 11 años trabajando para la cooperativa Coagrisan de La Aldea, de donde es jefe técnico, a su 45 años Marcelo no cambiaría su profesión por ningún otro oficio. "A pesar de todo el sacrificio, me encanta cultivar tomates porque es lo que he visto toda mi vida. En La Aldea no te puedes dedicar a otra cosa porque estamos rodeados de parques naturales y nuestra economía es netamente agrícola", explica.

Menos empresas

Tras el estallido de la crisis, Marcelo ha sido testigo de cómo la agricultura y los tomateros se convertían en el sustento de muchas familias. "Hemos acogido a muchas personas que venían del sector de la construcción y de otras cooperativas de tomates que quebraron y tuvieron que cerrar. Actualmente, en La Aldea solo nos mantenemos en pie dos empresas que movemos en torno a 1.300 trabajadores", señala.

Marcelo teme que las nuevas condiciones del acuerdo agrícola entre Marruecos y la UE supongan la desaparición del sector en las Islas. "Es que no solo afecta al tomate, sino a todas las frutas, verduras y hortalizas, y aquí no solo vivimos del tomate, sino que también se cultivan papas o papayas", afirma.

Apoyado en su experiencia, Marcelo explica que la ventaja competitiva de Rabat frente a los productores canarios y peninsulares es su mano de obra barata. "El 40 % de nuestros costos de producción se van en la mano de obra, mientras que en Marruecos puede suponer tan solo un 5 %. Nosotros hemos mecanizado un poco las fincas para obtener mayor margen de beneficios, pero nunca será tan alto como el de ellos". A todo ello, Marcelo añade los costes que supone el cumplir con toda la normativa que exige la UE para poder exportar.