El precio de la vivienda profundizó su caída en 2011 hasta retroceder un 11,2 %, el mayor descenso desde que se comenzó a elaborar esta estadística en 2007, y con el que este indicador encadena ya cuatro años consecutivos de ajuste a la baja desde que estalló la burbuja inmobiliaria.

En este contexto, el precio de la vivienda, que comenzó a caer en el segundo trimestre de 2008, continúa sin dar señales positivas, una tendencia que, según los expertos consultados por EFE, continuará con intensidad también este año y probablemente a menor ritmo el próximo ejercicio.

La evolución de los precios, que según los analistas aún no ha tocado fondo aunque está cerca de hacerlo, dependerá en gran medida del saneamiento de los balances de las entidades financieras y por consiguiente del acceso al crédito, pero también del crecimiento del producto interior bruto (PIB) y de la tasa de desempleo.

De acuerdo con la estadística que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE), el abaratamiento de la vivienda libre comenzó en 2008, un año en el que cerró con un descenso de los precio del 5,4 %, y continuó en 2009, con una caída del 4,3 %, y en 2010, con una bajada del 1,9 %. Una evolución a la baja que se ha agudizado especialmente en los últimos tres meses del pasado año.

Por tipos de inmuebles, el precio de la vivienda nueva disminuyó un 8,5 % al cierre de 2011, también la mayor tasa del histórico y que contrasta con el aumento del 13,3 % que registró a principios de 2007, mientras que la usada cayó un 13,7 % el pasado año, también su mayor descenso, después de llegar a crecer hasta un 13 % a comienzos en pleno apogeo del sector.

En consecuencia, el presidente del G-14, el grupo que aúna a las grandes inmobiliarias españolas, Fernando Rodríguez-Avial, lo tiene claro, el camino para sanear el sector inmobiliario será "difícil" y "lamentablemente largo" pero cuando la situación mejore el mercado será más sano, más pequeño, más profesional y más transparente.

El socio de la consultora inmobiliaria Horizone, Julio Gil, aseguró que el recorte ha sido "superior a lo previsto", al tiempo que considera que el precio de segunda mano refleja más la realidad del mercado que las de obra nueva que, en muchos casos, han sido casas que pasan de manos de promotores a bancos.

Por su parte, el jefe de estudios del portal inmobiliario Idealista.com, Fernando Encinar, cree que la situación actual no mejorará durante este año y quizá durante el próximo, por lo que los vendedores deberán asumir nuevos ajustes teniendo en cuenta, además, que en los próximos meses saldrán al mercado pisos de la banca más baratos.

Desde Jones Lang LaSalle, su director de consultoría estratégica, Rafael Powley, asegura que la caída de los precios es aún más pronunciada que la que publica el INE, que utiliza la información facilitada por el Consejo General del Notariado, al tiempo que prevé caídas selectivas por zonas para los próximos meses.

Asimismo, indicó que las pocas transacciones que se están haciendo las protagoniza la banca, que tendrá que bajar aún más los precios de sus activos por la reforma financiera y teniendo en cuenta que los bienes adjudicados por las entidades financieras aumentarán a consecuencia de los impagos por la crisis.

Para el presidente de la empresa dedicada a la gestión de activos inmobiliarios Alteba, Rafael Martín, existen varias razones fundamentales que empujan a los precios inmobiliarios "al derrumbe", la elevada tasa de desempleo, la agresiva política de precios de la banca y su necesidad de descargar activos de los balances.

Todo ello, combinado con una demanda muy escasa, hace presagiar que los precios van seguir descendiendo ya que, lamentablemente, en la mayoría del país aún no ha encontrado suelo, añadió. Por regiones, el precio de la vivienda cayó en 2011 en todas las comunidades autónomas.